A falta de 45 segundos para finalizar el último cuarto, los 76ers iban 6 puntos arriba. Una situación que era complicada que se diese teniendo en cuenta que su rival de anoche eran los Grizzlies.
Y más enrevesado aún fue cuando Mike Conley tuvo que anotar un triple en el último segundo para poder mandar el encuentro a la prórroga y salvar los platos en Philadelphia durante ese tiempo extra.
«Me coloqué bien para lanzar ese triple. Y tuve la oportunidad de conseguir un buen tiro», señalaba al final un contento Conley.
El base completó una gran noche con 36 puntos y fue el principal artífice del sufrido triunfo por 115-120. Estuvo secundado por la actuación de Zach Randolph, quien tuvo 24 puntos y 11 rebotes.
«Gran cantidad de equipos habrían mirado el marcador y hubieran pensando que no había demasiadas cosas que estuvieran de nuestro lado esta noche. Pero hemos luchado y acabado ganando», completó Conley.
En los 76ers, Michael Carter-Williams no le anduvo a la zaga a Conley, y tuvo un triple doble conformado por 16 puntos, 11 asistencias y 11 rebotes.
«Quiero estar aquí y decirle a todo el mundo que esto está siendo un gran período de aprendizaje, y hay algo de verdad en eso», explicaba el entrenador local, Brett Brown. «Pero también es verdad que es una derrota muy dolorosa. Es un hecho. Lo siento por los chicos».