Aunque sea su propio hijo, no es que sea precisamente el jugador más usado por Doc Rivers. Siempre suele sustituirle en algún momento del partido, pero anoche ese instante no llegaba porque la actuación que estaba teniendo Austin Rivers hacía inviable dicho cambio.
Rivers anotó su máximo de la temporada con 28 puntos, y subió esa relación minutos-rendimiento al estar presente en cancha durante 44 minutos. Su contribución fue fundamental para que los Clippers lograran imponerse 115-106 a unos Grizzlies que no estuvieron demasiado acertados en la parte final del último cuarto, haciendo imposible la remontada.
«No le podíamos sacar de pista», decía el entrenador Rivers. «Estaba en racha y necesitábamos puntos». Aparte del hijo del técnico, Jamal Crawford añadió 22 puntos desde el banquillo, por los 18 tantos y 20 rebotes de DeAndre Jordan.
«Necesitábamos ser un poco más agresivos, ponerle más lucha al partido. Cuando atacábamos y hacíamos esto, las cosas pintaron bien», añadió Jordan, que ostenta ahora mismo el galardón de ser el jugador con más partidos (5) alcanzando la cifra de 20 rebotes en esta campaña. En toda su carrera lleva 35, siendo el primero en el ranking Dwight Howard con 72 encuentros en tales guarismos.
Poca intensidad en Memphis
Es muy raro tener que hablar de poca intensidad y después unirlo a los Grizzlies puesto que si hay una franquicia que le pone carácter al tema defensivo, esos son los de Tennessee. Y esta carencia de anoche es algo que hasta Marc Gasol quiso resaltar tras el encuentro.
«Cuando ellos aprietan en ataque, es complicado pararles. Hemos tenido demasiados fallos en defensa, demasiadas faltas de concentración y nos han destrozado en cuanto nos driblaban», explicó el pívot español, autor de 23 puntos. Mike Conley añadiría 17 tantos y su máximo de asistencias del curso con 12.