Si hay un nombre que llevaba días señalado en rojo de cara al cierre del mercado ese era DeAndre Jordan. El pívot de los Clippers, quien tiene en su mano ser agente libre el próximo verano, contaba con todas las papeletas para abandonar Los Ángeles una vez que se certificó la marcha de Blake Griffin. No fue así.
Pese a que existieron negociaciones muy avanzadas –sobre todo con Cleveland Cavaliers–, finalmente el pívot de los angelinos no se movió, algo que sitúa al equipo en una buena disposición para continuar en la pelea por playoffs. Para Avery Bradley, un recién llegado que también estuvo involucrado en rumores de intercambio, ha supuesto una gran noticia que ninguna pieza se moviese antes de la fecha límite.
«Supuso un alivio para todos. Ahora sabemos que este es el grupo con el que contamos y podemos avanzar concentrados desde ahí. Toca concentrarse en ganar partidos y llegar a playoffs. Creo que el hecho de que nadie se moviese hizo que muchos muchachos se sintiesen cómodos, incluyéndome a mí», explica a CBSSports.
Bradley, un chico acostumbrado a la estabilidad desde que llegase a la NBA, ha visto como eso cambiaba al ser protagonista de dos traspasos en unos meses. Admite que es algo que puede complicar las cosas, pero que en ningún momento frenará su ímpetu por trabajar y mejorar.
«Es un desafío, pero al mismo tiempo sé que todo irá bien. Ese es mi enfoque. Todo lo que puedo controlar es lo duro que juego, el resto lo dejo en las manos de Dios. En cualquier caso sé que todo funcionará como debe hacerlo».
Reencuentro con Doc
Ya en Clippers, Bradley vuelve a ponerse a las órdenes de Doc Rivers, técnico que lo entrenó durante sus tres primeras campañas en la Liga y con quien se entiende realmente bien. «Me dijo que estaba emocionado por tenerme aquí. Existe un gran respeto entre nosotros. Tal vez ahora se le ve algo más relajado de lo que estaba en Boston, o puede que aún no haya mostrado esa faceta que conozco desde que he llegado. Supongo que siempre ha sido Doc. Tal vez entonces yo era más joven y él estaba más encima», concluye.