Los Hornets perdieron su condición de invictos en la visita de Boston al renombrado Spectrum Arena. Para derrotar a Charlotte, un equipo que mantiene su capacidad de pelea que le devolvió la temporada pasada a Playoffs, los Celtics tuvieron que esforzarse en defensa y afinar su puntería exterior. Y nadie lo hizo con más acierto que Avery Bradley. El escolta, aparte de mantener su capacidad para incordiar los ataques rivales, dio una lección de tiro ante los Hornets, clavando 8 triples y terminando con 31 puntos anotados, a los que añadiría 11 rebotes (récord personal de carrera NBA).
Acierto letal
Bradley se quedó a solo un triple de igualar el récord de triples anotados por un jugador de los Celtics en la historia de la franquicia, propiedad del retirado Antoine Walker, quien metió 9 en dos ocasiones. En Charlotte, el escolta fue el estilete de una espléndida noche de equipo desde fuera del arco, empezando con cinco triples para empezar el partido y abrir unas diferencias que duraron durante la primera mitad.
Los Hornets, eso sí, mantuvieron la calma y se acercaron poco a poco gracias a un preciso Kemba Walker (29 puntos, con un 10/16 en tiros de campo). Al final del tercer cuarto, Charlotte se puso por delante, intentando mantener la inercia para conseguir su tercera victoria en tres partidos.
Bradley decidió
How good was Avery Bradley in the C's win over the Hornets? Find out. https://t.co/WEQhDpbY3d
— Boston Celtics (@celtics) October 30, 2016
El banquillo de Boston sufrió para contener a los Hornets, pero todo cambió en los minutos clave con los titulares de vuelta y un Avery Bradley descomunal. El escolta clavó tres triples sin fallo en el cuarto decisivo, terminando con 14 de sus 31 puntos anotados en los 12 últimos minutos pese al intento de respuesta de Kemba Walker. Al final, los Celtics se llevaron el triunfo y mostraron a Bradley como un jugador que va mucho más allá de su rol de especialista defensivo.