Los aficionados de Charlotte están enfadados. Nadie les dijo que fuesen a ser uno de los equipos dominadores de la Conferencia Este, pero entre ese escenario idílico y el que están viviendo –fuera por el momento de la pelea por playoffs–, hay un buen trecho.
Por ello, y por los millones que gana, algunos han optado por cargar parte de la culpa sobre los hombros de Nicolas Batum. El alero francés, quien firmó en 2016 un contrato de cinco años y 120 millones de dólares –el más alto de la historia del deporte profesional en Charlotte–, entiende que el año no está siendo bueno, pero del mismo modo asegura que no pierde ni un minuto escuchando o leyendo lo que dicen los fans.
«Realmente no me importa. Si juegas al baloncesto profesional es algo por lo que debes pasar. Hace cuatro o cinco años que dejé de prestar atención a las conversaciones de los aficionados. Soy el primero en enfadarme, créeme, pero no me importa lo que diga la gente», comenta en declaraciones recogidas por The News Observer.
Una temporada dura
Tras empezar el curso lesionado con problemas en un ligamento del codo izquierdo, el desempeño de Batum en pista no ha terminado de despegar. Por el momento son 10,4 puntos por noche –con diferencia el promedio más bajo desde que llegó al equipo–, con unos porcentajes preocupantes: 39,6% en tiros de campo y 27,7% en triples. El francés señala que es cuestión de dinámicas.
«Tendrás buenas temporadas y malas temporadas. Realmente no puedes controlar las cosas, así que simplemente debes seguir adelante. Se trata de una temporada complicada para mí porque estuve parado dos meses y luego recaí para perderme otras dos semanas. Mi juego aún no es el habitual», concluye.