Era uno de los momentos más esperados de la temporada. Ben Simmons, tras su turbulenta salida de los 76ers, regresaba a Philadelphia con la camiseta de Brooklyn. Lo hacía con confianza y en forma, pero pensando que el ambiente no iba a ser del todo amistoso. Acertó. Cada toque de balón vino acompañado de abucheos. Era previsible; al menos más que una nueva derrota por 115-106 para unos Nets que ni siquiera tenían delante a Joel Embiid, lesionado.
Simmons no jugó mal. Acabó con 11 puntos, 11 asistencias, 7 rebotes, 3 robos y 3 tapones. Hizo de todo sí, pero para regocijo de los aficionados locales se apagó en la segunda mitad; tanto es así que solo anotó dos puntos en ella (cero en los doce últimos minutos). «Pensé que iba a haber más ruido», comenta sobre el recibimiento que le dio el público.
Centrándonos en el encuentro, lo cierto es que Philadelphia fue mejor. No contar con Joel Embiid pareció una motivación para todos y salieron a la cancha realmente enchufados. En el segundo cuarto lograron una renta de 10 puntos a la dio respuesta Brooklyn. No ocurrió así al comienzo del último periodo, cuando se pudieron hasta 13 tantos arriba para terminar viviendo un plácido final de partido.
«Siento que esta ha sido una gran victoria para nosotros. Sabía que al entrar en el partido todos saldríamos con este tipo de energía y este entusiasmo para levantarnos y jugar», expresa Tobias Harris, quien se marchó hasta los 24 puntos para ser el máximo anotador de los suyos. También tuvieron una buena actuación De’Anthony Melton con 22 tantos, así como Paul Reed, quien desde el banquillo logró un doble-doble de 19 puntos y 10 rebotes.
Duro golpe para los Nets
Lo cierto es que la derrota fue un importante varapalo para los chicos de Jacque Vaughn. Obvio que tienen mucho por mejorar, pero se enfrentaban a unos Sixers que no contaban con sus tres mejores jugadores. Joel Embiid estaba fuera por un esguince en el pie izquierdo, James Harden sigue sin estar recuperado de su dolencia en el pie derecho y Tyrese Maxey acaba de iniciar su recuperación de una fractura en el pie izquierdo. Todo eso se unió a que los Nets llegaban con todo al partido. Ni así pudieron ganar.
En cuanto a los rendimientos individuales, Kyrie Irving concluyó con 23 puntos mientras que Kevin Durant se quedó en 20. El dos veces MVP de las Finales cree que los aficionados de la NBA se ponen contentos al verlos perder. «Todo el mundo quiere ver fracasar a nuestro equipo. A nadie le gusta Ben. A nadie le gusta Kyrie. A nadie le gusto yo mismo», sentencia.
(Fotografía de Mitchell Leff/Getty Images)