No son pocos los casos en los que la sobreexposición mediática se acaba convirtiendo en una losa pesada para los jugadores, y Ben Simmons parece haber sido la última víctima de este fenómeno. En una entrevista para Rob Maaddi, de The Associated Press, el base australiano habló brevemente sobre determinados problemas que tuvo durante el curso 18-19 en este sentido.
«El año pasado dejé de divertirme jugando, pero el verano me ha sentado genial» reconoció. «He vuelto a enamorarme del baloncesto y he vuelto ser quien era a base de divertirme con él».
Al hablar de esta pérdida de pasión y/o motivación, Simmons apeló de forma implícita a las redes sociales, que hacen que los jugadores estén más en contacto que nunca con las opiniones tanto buenas como malas de los aficionados: «Creo que a veces nos tomamos en serio lo que dicen algunas personas a las que no deberíamos hacer caso salvo que den un feedback positivo o intenten ayudar de alguna manera. Hay mucha negatividad por ahí» afirmó.
Simmons viene de promediar 16,9 puntos, 8,8 rebotes y 7,7 asistencias y de ser All-Star por primera vez en su carrera. No obstante, este rendimiento bajó ligeramente en los playoffs, en los que cumplió defensivamente pero no tanto en el otro lado de la cancha. El australiano afronta ahora su tercera temporada como profesional, temporada en la que hay muchos ojos puestos tanto sobre los 76ers, serios candidatos a ganar el Este, como sobre él, pues viene de firmar una extensión por casi 170 millones de dólares que entrará en vigor el año que viene.
(Fotografía de portada: Vaughn Ridley/Getty Images)