Decir que la carrera de Ben Simmons se ha complicado es ser optimistas. Desde hace años su espalda le ha dejado prácticamente fuera de combate y poco queda de aquel jugador de físico exuberante que deslumbró con los Philadelphia 76ers hasta ser All-Star.
En el presente, el ahora jugador de Brooklyn Nets ha caído tanto como para apenas poder jugar y, visto lo visto, el futuro no pinta mucho mejor, ya que justo ahora se ha sometido a la que es su segunda cirugía de espalda en tres años, la cual por supuesto ha puesto fin a otra aciaga campaña.
Una vez más, y tras jugar solo 57 partidos desde que los neoyorquinos lo adquirieron en un traspaso en la campaña 2021-22, se habla de que este procedimiento le posibilitará jugar a pleno rendimiento en unos meses. Es obvio que todos deseamos que sea así, pero se trata de una afirmación que ya hemos escuchado antes y que ha caído en saco roto.
Lo más preocupante es que Simmons parece estar yendo a peor. En la 2022-23 disputó 42 partidos antes de decir adiós en marzo debido a un pinchazo en un nervio en la parte baja de la espalda. Pareció recuperarse en verano, pero solo seis encuentros después de su regreso recayó hasta el punto de no pasar de 15 partidos en toda la temporada.
La perspectiva para Simmons no es nada halagüeña, pero al menos sabe que tiene asegurado su futuro de cara al curso venidero a razón de 40,3 millones de dólares, una enorme cantidad para un jugador que ha promediado este año 6,1 puntos, 7,9 rebotes y 5,7 asistencias.
(Fotografía de Mike Lawrie/Getty Images)