Bonito gesto de Beno Udrih para con su ex equipo, en este capitalismo mercantilista que es la NBA. Hace dos días informamos que a Miami Heat le había salido mal la jugada de cortar al base, lesionado para toda la temporada.
La maniobra consistía en desprenderse del jugador, confiando en que algún otro equipo con espacio salarial por llenar —dígase Sixers— lo reclamaría en el margen de dos días que otorga la competición. Nadie lo hizo, y de este modo en Florida se quedaban sin el ahorro calculado para acometer un nuevo fichaje sin tener que pagar el doble.
Quizás el ahorrarse viajar a Philadelphia, sí ha hecho que Udrih cediera en su buyout, perdonando hasta 90.000 dólares de su salario. Lo suficiente, informa Eric Pincus, de Basketball Insiders, para que en Miami se quede por debajo del impuesto de lujo y puedan realizar hasta dos fichajes —pues dos vacantes tienen en la plantilla— que les ayuden en la recta final de temporada.
Al borde de lo legal
Lo extraño de todo esto es el mutismo de la NBA. Su convenio colectivo —y sin entrar en su tedio legal— viene a decirnos que ningún jugador podrá actuar de un modo que no pueda ser racionalmente explicado. Igual que las franquicias, en su cruda frialdad, hacen lo mejor para sus intereses, un jugador está igualmente «obligado» a mirar por su ombligo.
Lo de condonar salario sin que se demuestre ningún beneficio directo para el sujeto en cuestión, debería estar inmediatamente sucedido de las diligencias pertinentes por parte de la NBA, en cuanto a la comprobación de una posible actuación ilícita —ya que surgen lógicas sospechas de la existencia de esa ‘Caja B’ sobre la que tan expertos nos han vuelto los telediarios—. Pero lo dicho. Por ahora, silencio y vía libre al generoso gesto del esloveno.