Los Cavaliers se impusieron a domicilio por 91 a 101 a los Detroit Pistons en un partido en el que brillaron especialmente las tres estrellas del conjunto visitante, que se combinaron para alcanzar los 66 puntos. Cleveland tiene ahora una ventaja en la serie que parece insalvable y nunca ha sido remontada en la historia de la NBA, 3-0.
Los Pistons disputaron el partido hasta el final, pero no fue suficiente ante la inspiración de los Cavs y el hecho de que Andre Drummond no estuviese en pista los momentos decisivos por sus errores en los tiros libres.
LeBron James logró 20 puntos, 13 rebotes y 7 asistencias, Kevin Love aportó 20 tantos y 12 capturas y Kyrie Irving se marchó hasta los 26 puntos. También brillaron la aportación desde el banquillo de Matthew Dellavedova que aportó 12 puntos y 5 asistencias y la lucha de Tristan Thompson, que logró hacerse con 10 rebotes, 8 de ellos ofensivos.
En los locales sobresalió el equipo titular al completo, anotando más de 13 puntos cada uno de sus integrantes. Los mejores fueron Kentavious Caldwell-Pope con 18 puntos y el base Reggie Jackson con 13 tantos y 12 pases de canasta.
Ambos técnicos dieron escasa utilización del banquillo, pues solo emplearon a cuatro jugadores cada uno en la segunda unidad, con tan solo uno por conjunto disputando más de 15 minutos, Dellavedova en Cavs y Aron Baynes en los Pistons. Los Cavaliers podrían firmar el domingo el 4-0 y pensar ya en su próximo rival, que saldrá de la serie entre Atlanta Hawks y Boston Celtics.