No están viviendo una campaña ni mucho menos sencilla los Bulls. Siendo uno de los equipos con más seguimiento en la NBA, la temporada ha ido pasando sin que se le haya podido quitar en momento alguno el calificativo de decepcionante; y es que a estas alturas ocupan la 10ª plaza de la Conferencia Este (última que da el pase a play-in) con un balance de 36-40.
Con ese escenario, las críticas han arreciado. Se ha hablado del rendimiento de jugadores, del acierto o error en la enorme extensión de Zach LaVine y, por supuesto, de la labor que está realizando Billy Donovan en el banquillo.
Encontrándose en su tercera campaña al frente de la organización de Illinios, se esperaba que este fuese el año en el que consagrase a los Bulls en los primeros puestos del Este. No hablamos de codearse con Bucks o Celtics, pero sí de estar cerca de ser equipo de playoffs de manera directa, algo que tampoco ha conseguido. Tal circunstancia ha hecho que sea muy criticado desde diversos frentes, pero nunca por su vestuario; tanto es así que DeMar DeRozan no tiene más que elogios para su técnico.
«Definitivamente está muy subestimado desde fuera. Es tranquilo. Siempre está concentrado en el partido y prestando atención a las cosas pequeñas. Es increíble. Su juego, sus esquemas… aporta mucho más al juego de lo que la gente ve», comenta el escolta All-Star en declaraciones recogidas por Joe Cowley de The Chicago Sun-Times.
Aunque los jugadores estén con Billy Donovan, lo cierto es que como en toda competición aquí mandan los resultados. Ya nadie duda de que la baja prolongada de Lonzo Ball les ha afectado muchísimo y que con él serían mejor equipo, pero encontrar soluciones y salir adelante también es trabajo del entrenador. Veremos cómo acaba la campaña y si la gerencia sigue confiando en su liderazgo desde la banda.
(Fotografía de Michael Reaves/Getty Images)