Cualquiera esperaría que con el revuelo recientemente montado en el entorno de los Celtics el ambiente podría estar algo enrarecido. Dada esta tesitura, no hay mejor forma de tomarle la temperatura al vestuario que un jugador recién llegado. Como es el caso de Blake Griffin, el último fichaje de Boston para parchear los problemas que enfrenta su rotación interior. El ala-pívot lleva menos de una semana entrenando y compartiendo el día a día con el equipo, pero ya está encantado. «Es un ambiente diferente al que estoy acostumbrado. En el buen sentido» declara recién finalizado el entrenamiento.
Griffin también viene de un entorno complicado como los Brooklyn Nets, que en los últimos tiempos han proyectado una imagen de absoluto caos interno. «No es una sorpresa. Pero el nivel de madurez y de bienvenida por parte de todos es motivante. Están totalmente concentrados en lo que hacen» prosiguió. Obviamente, las preguntas no iban a esquivar la figura de Joe Mazzulla, que aún sigue siendo un desconocido para el gran público y tiene ante sí un reto mayúsculo. «Le veo muy preparado. La forma en que habla con los chicos y cómo trata el juego, obviamente denotan experiencia. Definitivamente es un entrenador» zanjó el ex de Nets, Pistons y Clippers.
(Fotografía de portada de Tim Nwachukwu/Getty Images)