La temporada aún no está cerca de empezar, pero no por ello cesan las preguntas sobre lo que está por venir. En esa línea, Bobby Portis ha atendido a Sam Yip de HoopsHype para comentar lo que tendrá que afrontar Milwaukee Bucks en la campaña 2023-24, la cual será la primera de Adrian Griffin al frente del equipo, algo que no preocupa especialmente al ala-pívot, quien solo pide que dé su espacio a los jugadores.
«No me gusta comparar el pasado y el futuro, pero solo espero que nos deje ser nosotros y que el equipo pueda ser impulsado por los jugadores. Tenemos muchos muchachos en nuestro equipo que han hecho esto antes, por lo que sabemos lo que se necesita para llegar al siguiente nivel. Lo más importante para los Bucks es simplemente mantenernos saludables. No importa quién sea el entrenador, sea quién sea, tenemos que estar saludables», afirma.
Aunque llegó a la organización de Milwaukee como un jugador al que no pocos tildaban de díscolo –su agresión a Nikola Mirotic no ayudó a mirarle con otros ojos–, en los Bucks ha logrado hacerse con un sitio hasta el punto de que en 2022 firmó un contrato de cuatro años y 48,6 millones de dólares. Portis asegura que esto no ha cambiado su manera de enfrentarse a una temporada.
«Es algo que te valida, pero la realidad es que cada año es una prueba. El hecho de que hayas llegado a un acuerdo no significa que tengas que dejar de trabajar y seguir construyendo ladrillo a ladrillo. Hay que seguir cortando leña y acarreando agua, ese es el lema. No puedo ser complaciente, no puedo sentirme acomodado en la liga. Hay 40, 50, 60 muchachos que quieren tener un lugar garantizado cada año en un equipo nuevo. Y habrá 40, 50, 60 que serán expulsados. Así que tengo que seguir mejorando cada año. No puede estar satisfecho con lo que necesita ser. Ya sean 20, 100 o 200 millones, tengo que seguir cortando leña y mejorando», sentencia.
(Fotografía de Megan Briggs/Getty Images)