Booker al rescate: 47 puntos para ganar el Game 3

Los Phoenix Suns siguen teniendo mucho que decir en estos playoffs, y así seguirá siendo mientras Devin Booker siga en pie. El escolta protagonizó una verdadera exhibición en el tercer partido ante Denver para dar a los suyos su primer triunfo en la serie por 121-114, colocando un 2-1 en el global que mantiene todo abierto y deja claro que, pese a arrancar con dos derrotas, los de Arizona no le han perdido la cara a la eliminatoria.

No fueron solo sus 47 puntos, ni tampoco su 80% en tiros de campo ni sus 9 asistencias. Fue su aura. La sensación de que cada balón que pasaba por sus manos iba a terminar en el aro. Su capacidad para anotar atacando la pintura, desde la media distancia, posteando, desde el triple, en transición, y a la pata coja y con los ojos vendados si hubiese hecho falta. Era de esos días, en los que nada que la defensa intentase parecía poder hacerle fallar. En los que solo la bocina final podía hacer que dejara de anotar.

Sus 18 tantos en el primer cuarto dejaron claro que había llegado al pabellón con ganas de hacer algo grande, y ese ritmo infernal ya no se apagó. A cada intento de los Nuggets por recortar distancias, ahí aparecía él, y si no era desde su anotación era desde su capacidad de pase. Llegado un momento del último cuarto, los visitantes comenzaron a ponerle varios defensores encima para evitar por todos los medios que sumase, pero el escolta lo aprovechó para repartir tres asistencias consecutivas y mantener a los Suns al frente en los minutos finales.

Booker dio por tanto continuidad a un sensacional arranque de postemporada en el que está siendo probablemente el mejor jugador de la competición, al menos en términos de anotación. Tras la exhibición de esta madrugada, el escolta suma un total de 295 puntos en los ocho primeros partidos de los playoffs, una marca que solo tres jugadores han mejorado a lo largo de la historia en dicho tramo: Elgin Baylor (301 en 1961), Michael Jordan (315 en 1988 y 325 en 1990) y Jerry West (349 en 1965). Y hasta ahí. Porque estos 47 tantos no son sino la sublimación de lo que habíamos visto en los siete encuentros anteriores.

Durant y Jokic se exhiben en segundo plano

La magnitud de la actuación de Devin fue tal que dejó relativamente eclipsadas otras dos barbaridades. La primera de ellas fue la de su compañero Kevin Durant, que con 39 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias fue un perfecto acompañante y fue también fundamental en el triunfo, dando un respaldo a su compañero que prácticamente nadie más ofreció. Ambos fueron los únicos hombres locales en dobles dígitos, y se convirtieron en la segunda pareja de jugadores de los Suns tras Steve Nash y Shawn Marion en 2005 en terminar un encuentro de playoffs con 35 tantos cada uno.

Nikola Jokic, por su parte, alcanzó su noveno triple-doble en postemporada, un triple-doble que sin embargo no fue como los ocho anteriores. Con 30 puntos, 17 asistencias y 17 rebotes, el serbio fue absolutamente omnipresente sobre la pista, y se convirtió en el primer jugador en firmar un 25+15+15 en un partido de playoffs. Su titánica actuación, secundada por los 32 tantos de Jamal Murray, estuvo cerca de arruinar la noche a Booker y KD, pero estos acabaron finalmente decantando la balanza del lado local y dejando todo abierto de cara al Game 4.

Este se disputará el domingo, y se antoja como un duelo crucial que marcará de forma drástica la manera en la que serie volverá a Denver. Si lo hace con 3-1, los Nuggets tendrán pie y medio en las semifinales de conferencia. Si lo hace con 2-2, todo volverá a empezar y tendremos una suerte de mini eliminatoria a tres partidos en la que puede pasar de todo.

(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)


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