Boston estará en las semifinales de conferencia. El conjunto de Masachusetts se ganó su billete para la segunda ronda al vencer en Atlanta por 120-128, evitando la disputa del Game 7 y poniendo fin al sueño de unos Hawks que habían renovado sus ilusiones tras su victoria en el quinto partido. Los de Joe Mazzulla se verán ahora las caras con los Philadelphia 76ers, que esperan rival desde el pasado sábado y a quienes se medirán por primera vez este lunes.
En un duelo muy parejo de principio a fin y que contó con hasta 22 cambios de líder en el marcador, los visitantes se pusieron las cosas de cara gracias al parcial de 3-14 que lograron firmar en los minutos finales del último cuarto, que les dio la renta justa (116-124) para llegar con algo de oxígeno a los últimos segundos. Con cuatro triples en cuatro minutos y una gran labor defensiva, los Celtics mostraron su superioridad a la hora de la verdad y atascaron a los locales cuando intentaban recortar distancias.
Fue bastante paradigmática en este sentido una acción en la que Atlanta trató de poner en juego el balón con un saque de banda cuatro veces seguidas pero nunca tuvo éxito. Tras tener que estrellar el balón contra el defensor en los tres primeros intentos para no gastar los cinco segundos, a la cuarta los de Georgia acabaron dando un pase al aire y regalando una posesión que podría haber sido clave, pues el excelente trabajo de marcas y líneas de pase les impidió siquiera encontrar a un compañero.
Esta buena labor dejó a los Hawks en solo 20 puntos en el último cuarto, permitiendo imponerse a unos Celtics comandados como de costumbre por Jaylen Brown y Jayson Tatum, que con 32 y 30 tantos fueron los máximos anotadores de la noche. Ambos fueron capaces de sumar de forma eficiente con un acierto superior al 50% en tiros de campo, y Tatum en concreto logró además ser fundamental en otras áreas tras capturar 14 rebotes y repartir 7 asistencias.
Por el lado local, Trae Young tiró de los suyos con 30 puntos y 10 asistencias, pero la gran defensa visitante en el tramo final le impidió repetir la heroicidad del Game 5. De hecho, el base firmó una actuación muy mejorable a nivel de acierto tras quedarse en un 9/28 en tiros de campo, en gran parte debido a su incapacidad para sumar en el último cuarto, en el que no anotó ninguno de sus siete lanzamientos a canasta.
Los Hawks no pudieron por tanto estirar aún más una serie en la que han terminado dando más pelea de la esperada para cerrar el curso con un sabor de boca algo menos amargo. Tras una temporada regular en la que estuvieron muy lejos de la zona noble del Este, el equipo ha plantado cara a uno de los grandes aspirantes en esta primera ronda, pero eso no debería hacer olvidar que hay que cambiar cosas para que el proyecto vuelva a despegar.
(Fotografía de portada: Kevin C. Cox/Getty Images)