Más de medio siglo hace que Boston acogió su último All-Star. Fue exactamente en 1964, año en el que se impuso la Conferencia Este 111-107 con Oscar Robertson como MVP, cuando disfrutaron por última vez de un fin de semana de estrellas en Massachusetts.
Con tan larga espera, los Celtics pensaron en la posibilidad de presentarse para organizar la edición de 2022. Sin embargo, finalmente han preferido declinar tal opción al entender que no es el mejor momento para ello.
«Analizamos detenidamente qué podíamos ofrecer. Indagamos sobre lo que se requería y determinamos que no podríamos conseguir una oferta que tuviese éxito antes del plazo para presentarla a la NBA», señala Rich Gotham, presidente del equipo.
Más que un partido
El All-Star Game es el centro de la fiesta, pero junto a él hay otros muchos eventos que deben ser organizados por la ciudad. Hablamos de grandes instalaciones para albergar a aficionados y medios, así como espacio para celebrar el partido de celebridades y los entrenamientos de los All-Star. Es innegable que Boston encontrará la manera de poder celebrar el fin de semana de las estrellas, pero eso no llegará al menos en un lustro.