Tremendo el sexto partido entre Miami Heat y Boston Celtics. Los primeros tenían su tercera oportunidad para sellar el pase a las Finales de la NBA y los segundos luchaban una vez más por sobrevivir. ¡Y vaya si lo hicieron! Con el agua al cuello, fallando el último tiro, con décimas en el electrónico… apareció de la nada Derrick White para salvar a los verdes sobre la bocina con una canasta milagrosa que pasará a la historia si los de Joe Mazzulla completan en unos días lo nunca visto: levantar un 3-0 en playoffs.
Fue un encuentro vibrante, uno en el que Boston dominó durante grandes tramos para tener ventajas de al menos 10 puntos en el segundo, tercero y último cuarto. Por momentos parecía que romperían el partido, pero los Heat siempre tenían una respuesta a base de pundonor. Así fue como estando nueve puntos abajo a falta de tres minutos para el final firmaron un parcial de 12-2 que les dejaba uno arriba con tres segundos por jugar. Los Celtics estaban al borde del precipicio, sacaron de la banda, se la dieron a Marcus Smart y falló. Todo parecía acabado, pero se les apareció un ángel. Derrick White convirtió en décimas un fracaso en una vida extra para verse en las Finales con Denver.
«Derrick White es como un relámpago, salió de la nada y salvó el día, hombre. Una jugada increíble». Palabra de Jaylen Brown. He aquí el momento.
Boston acabó sonriendo –no es para menos–, pero lo cierto es que estuvo muy cerca de sufrir una dolorosa derrota tras tener el partido prácticamente ganado. Como decíamos, a tres minutos del final sufrieron una de sus clásicas desconexiones y pasaron a estar a merced de un rival en el que Jimmy Butler pasó de estar muy desacertado a meter los últimos 10 puntos de su equipo, incluyendo tres tiros libres que ponía uno arriba a unos Heat que en esos momentos –y hasta el vuelo de White– acariciaban las Finales. Sí, Butler estuvo una vez más heroico, pero ahora son los verdes quienes tendrán bola de partido en su cancha.
Lo cierto es que los de Florida fueron víctima de algo que casi nunca se había visto. Desde anoche Derrick White es el segundo jugador en la historia de la NBA en anotar sobre la bocina con su equipo perdiendo y enfrentándose a la eliminación. La otra ocasión en la que se vio algo así fue cuando Michael Jordan firmó The Shot contra Cleveland Cavaliers en 1989. ¿Es el paso previo a la primera vez que veremos remontar un 3-0? Puede ser.
Más cerca de lo nunca visto
Jayson Tatum anotó 31 puntos, Brown se fue a los 26 y Marcus Smart agregó 21 para los Celtics, quienes con este triunfo se convirtieron en el cuarto equipo de la NBA en forzar un séptimo partido tras ponerse 3-0 abajo en una eliminatoria. Los que lo hicieron antes fueron los New York Knicks en las Finales de 1951, los Denver Nuggets en 1994 en segunda ronda y los Portland Trail Blazers en la primera ronda de 2003. Todos perdieron el Game 7; eso sí, lo hicieron fuera de cada mientras que Boston lo disputará en el Garden.
¿El golpe definitivo?
Quizás. Jimmy Butler dijo no estar preocupado tras caer en el cuarto partido y se mostró igualmente convencido al sucumbir en el quinto, pero lo de esta noche es distinto. Miami lanzó un 46,7% desde la línea de tres puntos y el propio Butler obró su particular milagro sin recompensa en los últimos minutos. Sí, firmó un 5 de 21 en tiros de campo, pero alcanzó los 24 puntos y logró hasta 7 rebotes en ataque. Y no estuvo solo. Caleb Martin logró un doble-doble de 21 puntos y 15 rebotes, mientras que Gabe Vincent se fue a los 15 tantos y Duncan Robinson aportó 13 desde el banquillo. Ahora deben encarar en el Garden un séptimo partido para estar en las Finales que seguramente habrían firmado hace meses, pero ello no esconde que levantarse tras lo de White no será sencillo.
(Fotografía de Mike Ehrmann/Getty Images)