Después de ser cortado por parte de Milwaukee Bucks, a Damian Lillard se le abrió un desconocido camino en la agencia libre, ya que básicamente no la había pisado en toda su carrera. Ante tal escenario, y pese a que es probable que no juegue hasta el curso 2026-27 por la rotura de tendón de Aquiles que sufrió en el mes de abril, no faltaron equipos interesados en sus servicios; sin embargo, la decisión final del futuro Hall of Fame fue regresar a casa, a Portland.
Una vez oficializado el nuevo paso de Lillard en su carrera, quedaba conocer qué le llevó a desechar otras opciones, la más interesante sin duda la de unos Boston Celtics que también aparcan cualquier pelea sobre el parqué hasta 2026, puesto que Jayson Tatum está lesionado. A este respecto, es Brian Robb de MassLive quien arroja luz al asunto.
Según informa el citado periodista, Lillard nunca consideró seriamente unirse a otro equipo que no fueran los Trail Blazers, ni siquiera tras conocer el interés de los verdes. En esa dirección empujó además Jrue Holiday, ahora jugador de la franquicia de Oregon.
«En cuanto me despidieron, y obviamente Jrue sabe que vivo aquí, que construí mi hogar aquí y todo eso. Me envió un emoticono… Ya sabía a qué lugar iba cuando lo envió, pero no quería decir nada demasiado pronto, así que aquí estamos», expresa el base durante su presentación.
Deseo… y dinero
Lillard estaba decidido a retornar a los Blazers, pero es que además no tenía motivación financiera alguna para no hacerlo. Si en Oregon le pusieron tres años y 42 millones de dólares sobre la mesa, Boston no podía pasar de la excepción de nivel medio situada en 5,6 millones por año, algo para lo que además debían realizar otros movimientos para salir del segundo apron. Todos los caminos conducían a Portland.
(Fotografía de Candice Ward-Imagn Images)
