Los Boston Celtics han confirmado su pase a las semifinales de conferencia. El cuadro de Joe Mazzulla cerró su eliminatoria ante los Heat pasando por encima de los de Florida en el Game 5, en el que se impuso por un 118-84 que habría sido incluso más abultado de haber sido necesario. O al menos esa fue la sensación que dio el choque, que, como los dos anteriores, evidenció por qué unos llegan tras firmar una de las liga regulares más dominantes de los últimos tiempos y otros tras pasar por el play-in.
La derrota en el segundo partido pareció servir para activar a los de Massachusetts, que desde entonces han mostrado un dominio arrollador en la pista. Pero lo de esta noche fue ya otro nivel. Tras un inicio aplastante, Boston llegó a colocarse 30 puntos arriba apenas transcurridos 16 minutos de tiempo reglamentario (55-25) gracias a su demoledor acierto exterior (10/19 en ese arranque), lo que dejó el choque más que decidido y convirtió todo el tiempo que quedaba por delante, que no era poco, en un mero trámite. Miami hizo un intento de reducir distancias y maquillar el marcador, pero ni eso. Todo estaba decidido y no había ya mucho por lo que esforzarse.
Los Celtics no tuvieron por tanto ni siquiera que apretar demasiado hasta el final, lo que les permitió repartir mucho los minutos y dejar que jugadores como Jayson Tatum tuvieran una noche más bien relajada. El alero, que solo lanzó nueve veces a canasta, dejó que fueran otros como Jaylen Brown y Derrick White, autores de 25 puntos cada uno, quienes tomaran las riendas, aunque ni siquiera ellos necesitaron su noche más activa. De hecho, la mayoría de sus tantos llegaron en el inicio, y Mazzulla se permitió incluso el lujo de dejarlos en el banquillo durante el último periodo, en el que los locales llegaron a estar 37 arriba.
Así, esta serie ha servido de alguna manera como resumen condensado de lo que fue la temporada regular para los Celtics: algún que otro despiste puntual, pero por lo general, un dominio arrollador. Los verdes terminan la eliminatoria con un balance acumulado de +78 entre los cinco encuentros, y ninguno de los duelos en los que han vencido ha estado ni remotamente parejo. Ahora habrá que ver durante cuántas rondas consiguen que esto siga siendo cierto.
Este año no hay milagro
Los Heat llegaron a soñar con una nueva machada tras el Game 2, pero lo cierto es que su serie prácticamente acabó aquella noche. Si aquel día su acierto exterior les permitió conquistar el Garden, esta vez fallaron todo lo que metieron aquel día, pues terminaron con un pobre 3/29 que hizo imposible seguir de cerca el ritmo que los locales impusieron en el arranque. Y cuando estos levantaron el pie del acelerador, ya no había ganas ni incentivo para intentar acercarse.
Bam Adebayo, con 23 tantos, intentó tirar del carro, pero no había demasiado de lo que tirar. Siempre quedará la duda de si, con toda la plantilla sana, Miami habría podido crecerse en las eliminatorias de la misma manera que lo hizo el curso pasado, pero desde luego esta vez no ha sido el caso. Esta vez haber evitado el 4-0 es casi el único consuelo que les queda tras su paso por los playoffs.
(Fotografía de portada: Maddie Meyer/Getty Images)