Boston tampoco detiene a los invictos Cavaliers

Los Celtics se plantaron en Cleveland en una misión casi imposible. Sin los tocados Al Horford, Jae Crowder y Kelly Olynyk, en la segunda mitad de un «back-to-back» y peleando ante los vigentes campeones y el único invicto de la Conferencia Este. Los Cavaliers no decepcionaron, manteniendo el control del partido en todo momento y llevándose el triunfo por 128-122, aunque Boston pudo celebrar el mejor partido hasta el momento de su novato estrella, Jaylen Brown, en uno de los desafíos más difíciles posibles.

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El alero, número 3 del pasado draft, debutó como titular en sustitución del lesionado Jae Crowder con la misión de defender a un LeBron James que estaba a 32 puntos de desbancar en el Top-10 de anotadores históricos a Hakeem Olajuwon.

Y si bien el MVP de las últimas Finales mantuvo su espléndido dominio del ritmo ofensivo de los Cavs, Jaylen Brown se vino arriba con su mayor desafío, terminando con 19 puntos, 5 rebotes y 3 robos y ayudando a los Celtics a mantenerse en el partido hasta el último cuarto.

Eso sí, los líderes ofensivos de Boston fueron sus jugadores más fiables de este inicio de temporada, Isaiah Thomas (30 puntos y 6 asistencias) y un Avery Bradley (26 puntos y 10 rebotes) que ha dado un enorme salto en su ataque en este inicio de campaña. Pese a la superioridad de Cleveland, los diezmados Celtics usaron todo su corazón y talento para permitir que el partido fuera al menos igualado. Insuficiente para dejar mella en unos Cavs, hoy por hoy, impecables.

Máquina de baloncesto

La armonía intuida en su plantilla, sin el drama de otras temporadas, se refleja en la cancha en un equipo con los roles perfectamente definidos. LeBron James (30 puntos, 12 asistencias y 7 rebotes) y Kyrie Irving (23 puntos y 6 asistencias) se reparten perfectamente el control del balón, y Kevin Love (26 puntos) ejerce de principal referencia jugando cada vez más minutos junto a la segunda unidad. Sumado a unos minutos sublimes de Tristan Thompson (15 puntos y 14 rebotes), Cleveland tiene una maquinaria ofensiva perfectamente engrasada y sin igual, al menos en el Este.

Con su victoria ante los Celtics, los vigentes campeones ya presentan un balance de 5-0, su mejor inicio desde la lejana temporada 1976-77. Si bien la administración de energías debería atemperar expectativas al menos en temporada regular, los Cavaliers se han mostrado hasta la fecha como el equipo más consistente.

En la mano de otros equipos, incluidos los lujosos Warriors, estará encontrar tan pronto como sea posible su mejor nivel para alcanzar lo antes posible la seguridad en su propio juego demostrada en Cleveland.


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