Los Celtics han tomado la delantera en su eliminatoria. El conjunto de Boston se impuso esta madrugada a Philadelphia por 102-114 en el tercer partido de la serie, colocándose con un 2-1 a su favor y recuperando el factor cancha que perdieron con la derrota en el Game 1. Los de Mazzulla lograron dar continuidad a las buenas sensaciones del segundo encuentro, y volvieron a generar muchos problemas a los 76ers, que se vieron de nuevo superados y en los que solo Embiid pareció dar la cara.
El pívot recibió físicamente el premio al MVP de la temporada regular antes de arrancar el duelo, y tuvo que intentar ejercer como tal durante cada uno de los 39 minutos que estuvo en pista para mantener con vida a los suyos. Con 30 puntos, 13 rebotes, 4 tapones y 3 asistencias, se le vio más entero que en el Game 2, más cerca de su mejor versión y con más capacidad para no venirse abajo con el avance del partido. Pero se le vio prácticamente igual de solo. Y así, poco tienen que hacer los de Pensilvania.
Y es que James Harden y Tyrese Maxey, con un 3/14 y un 4/16 en tiros respectivamente, volvieron a dejar mucho que desear a nivel de eficiencia y de apoyo. Terminaron con 16 y 13 tantos respectivamente, a los que La Barba añadió 11 asistencias que sin embargo no fueron suficientes para compensar otra noche negra para ambos. Es difícil sobrevivir a un encuentro en el que tu segunda y tercera espada fallan casi el triple de tiros de los que meten, y, con este Embiid a una versión que no termina de parecer el 100%, más aún.
Algo más de apoyo trataron de proporcionar secundarios como De’Anthony Melton con sus 14 puntos y 4 robos o George Niang con sus 10 tantos, incluso P.J. Tucker con tres triples, pero estas ayudas fueron más un parche que un impulso real. Ante unos Celtics más completos y más engrasados, los 76ers necesitan algo más que esto. De todos. Pero sobre todo de quienes están llamados a ser los principales escuderos de Embiid.
Tatum manda y decide
Fue distinta la cosa en Boston, donde Jayson Tatum terminó por encima del resto con 27 puntos pero donde todo el mundo cumplió con su papel. Jaylen Brown pecó de algo de desacierto en el tiro, pero su agresividad atacando el aro le permitió alcanzar los 23 tantos. Al Horford, gracias a un 5/7 en triples, se fue hasta los 17 y fue clave en las labores de spacing. Malcolm Brogdon comandó a la segunda unidad con 15, los mismos que sumó Marcus Smart desde el puesto de base titular. Y así, fue difícil para Philadelphia atender a tantos frentes.
Si bien la imagen ofrecida distó de la arrolladora superioridad del Game 2, sí fue una imagen de solvencia, de tener respuesta para todo. Boston se mantuvo al frente durante toda la segunda mitad y se permitió incluso un cierre sin sobresaltos gracias al triple de Tatum que puso el 99-108 a falta de menos de dos minutos y dejó claro al Wells Fargo Center que los vigentes campeones del Este no van a regalar nada. Si los Philadelphia quiere asaltar el trono de la conferencia, tendrá que responder con fuerza a partir del domingo.
(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)