A pesar de sumar una muy buena victoria ante los Atlanta Hawks, el último partido les dejó a los Celtics una mala noticia. Jaylen Brown se iba al vestuario tras sufrir una torcedura de tobillo al resbalar con un rival. Era el primer cuarto y el alero no volvería a jugar en lo que restaba de partido. Los primeros resultados mostraban una peqeuña distensión en el tobillo, pero Ime Udoka decía al día siguiente que el dolor del jugador iba en aumento. Hoy Brad Stevens ha querido descartar cualquier gravedad. «Pinta mejor de lo que pensé en primera instancia. No creo que sea nada a largo plazo» declara el GM.
En principio el ejecutivo asegura que le reevaluarán unas cuantas veces durante los próximos días. El parte oficial de bajas sitúa el próximo domingo 6 de marzo como plazo mínimo para su regreso. Lo más probable es que finalmente su vuelta se prolongue unos días más porque los Celtics decidan darle descanso. Los dos próximos rivales de Boston son Memphis y Brooklyn, pero después de ellos los de Udoka tienen el cuarto calendario más complicado de la liga según Tankathon.
Boston son uno de los mejores equipos de la NBA desde que comenzase 2022, pero su irregular inicio de campaña les obliga a ganar bastantes partidos si quieren hacerse un hueco seguro entre los puestos de acceso directo a playoff. Quizás incluso optando al factor cancha. Jaylen Brown es crucial en estas aspiraciones, pero dado su historial, conviene ser cautos con su regreso.
(Fotografía de portada de Tim Nwachukwu/Getty Images)