Brad Stevens encara el nuevo curso con un optimismo renovado

El entrenador de Boston se muestra satisfecho con el esfuerzo que ha hecho el equipo para pasar página y centrarse en sí mismo

Se respira aire limpio en Boston. Tras una temporada en la que las expectativas fueron cayendo en cadena como un castillo de naipes, los Celtics encaran el curso 2019-20 sin la presión de verse favoritos, pero sí con la impresión de que tienen plantilla para dar guerra a los mejores equipos de la NBA. ¿Un paso atrás para dar dos adelante? Puede ser.

El entrenador del equipo, Brad Stevens, se muestra optimista pero cauteloso. El año pasado, cuando todos los colocaban en las Finales ante Golden State Warriors, él siempre trataba de rebajar el entusiasmo apuntando a que había muchos detalles que podían marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. En el presente, con un roster algo debilitado, no ha cambiado el discurso. «Hay buenas sensaciones, pero creo que los 30 equipos sienten ahora mismo eso por una razón: nadie ha perdido un partido todavía», expresa a los medios durante el evento anual Teeing Up For Kids de la Fundación Shamrock en Plymouth.

Lo cierto es que lo ocurrido el curso pasado fue un golpe duro. Boston llevaba años viviendo por encima de la exigencia. Con un equipo luchador que contaba con Isaiah Thomas como principal estilete llegaron a las Finales de Conferencia. Después, pese a las lesiones de Gordon Hayward y Kyrie Irving estuvieron a un paso de plantarse en las Finales contra los Warriors. Se habían acostumbrado a superar obstáculos hasta que en la 2018-19, cuando el viendo parecía soplar a favor, naufragaron. Ante tal escenario, Stevens apuesta por empezar por la base y cuidar los detalles.

«Me importa que juguemos unidos y con energía. Eso es lo que estamos buscando, eso es lo que queremos ser. Siento que estamos en un buen punto desde el que crecer, pero tenemos que jugar como debería hacerlo un equipo de Boston. […] Este equipo ha hecho un gran trabajo al pasar la página, avanzar y centrarse en sí mismo. Realmente me gustan los chicos con los que contamos en este momento».

Echando un ojo a la plantilla de los Celtics, el panorama no se ve demasiado gris. Al Horford y Kyrie Irving suponen dos ausencias de gran calado, pero han sabido reaccionar contratando a Kembar Walker, un base quizás menos espectacular, pero que no deja de ser un All-Star que les mantiene en la pelea. Además, mantienen su juego de aleros con Gordon Hayward, Jaylen Brown, Jayson Tatum y Marcus Smart. Por dentro han incorporado a Enes Kanter. La plantilla brilla menos, pero puede rendir mejor que la de la 2018-19, la cual se quedó en 49 triunfos en temporada regular antes de ser eliminados por Milwaukee Bucks en segunda ronda de playoffs. Para Steven se trata de ser el mejor equipo que puedan ser.

«Tenemos un desafío: ser lo mejores que podamos ser. Se trata de un desafío diferente al del año pasado desde el punto de vista táctico, algo que en el pasado no existía por la fortaleza de algunos de nuestros jugadores, sobre todo en posiciones interiores. Será de alguna manera algo nuevo. Pero es algo que se solucionará con trabajo y con la mentalidad correcta. No tengo ningún motivo para pensar que no lo conseguiremos», sentencia.

(Fotografía de Ethan Miller/Getty Images)


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