¿Alguien vio fisuras en el juego de Boston Celtics durante el primer partido ante Cleveland? Brad Stevens sí. Fiel a su filosofía de que todo es mejorable, al entrenador de los verdes le ha durado unos minutos la alegría por tan fantástica victoria ante los Cavs. Lejos de regodearse, ya piensa en qué deben hacer para apuntarte el segundo tanto. No, no quiere que sus pupilos mantengan el nivel; quiere que lo hagan mejor.
«Creo que todos somos conscientes de que el martes (segundo partido) recibiremos una enorme respuesta por parte de Cleveland. El martes debemos jugar mejor», explicaba tras el mencionado encuentro.
La mentalidad ganadora de Boston y Stevens está fuera de toda duda. Cuando lo más fácil era bajar los brazos al conocerse la lesión de Kyrie Irving, los Celtics ni se lo pensaron. Ellos, fieles a su historia, apretaron más los dientes. La cuestión es que un entrenador puede desearlo así, pero conseguir transmitirlo a los jugadores es otra historia. Terry Rozier es el ejemplo de un mensaje captado. «Según Brad, podemos hacerlo mejor en defensa».
Los datos
Defender a Cleveland es defender a LeBron. El Rey salvó a Cleveland contra Indiana y aplastó a Toronto sin compasión. Esa superioridad no pudo mostrarla en el TD Garden. James se quedó en 15 puntos con un 5 de 16 en tiros de campo y 7 pérdidas. Además, Boston logró que los Cavs firmasen un 15,4% en triples tras ver como Kevin Love, Kyle Korver y J.R. Smith se combinaban para un 2 de 12 desde el perímetros. Esos son los números, pero Stevens entiende que demasiados de esos fallos llegaron con tiros liberados. A ver qué se le ocurre para el martes.