Los cambios en la rotación de Mike Budenholzer le han sentado bien a los Suns. Tras cuatro derrotas consecutivas y siete en los últimos ocho partidos, el técnico ha decidido que era necesario realizar ajustes y ha probado a usar a Bradley Beal como sexto hombre en la visita al Wells Fargo Center de Philadelphia, lo cual no ha podido salir mejor. El escolta no solo ha rendido bien en este nuevo rol, sino que ha sido el mejor de los suyos a lo largo de la noche, comandando un triunfo por 99-109 que da un respiro más que necesario a los de Arizona.
Beal terminó el duelo como máximo anotador visitante con 25 puntos, a los que llegó con un buen 10/15 en tiros de campo anotando desde todas las distancias posibles. Aunque le costó un poco hacerse notar en la primera mitad, fue absolutamente fundamental en la segunda, en la que llegaron 20 de sus tantos y en la que se erigió en el líder de los suyos para remontar el choque.
Sus acciones ayudaron de hecho a olvidar la pobre noche de Devin Booker, que, muy impreciso en el tiro (3/16), no pudo pasar de los 10 puntos. Sí fue más eficaz Kevin Durant, autor de 23, mientras que el novato Ryan Dunn asumió responsabilidades y sumó 15.
Primera suplencia desde 2016
La de esta madrugada ha sido la 35ª suplencia de Bradley Beal en su carera, la última de las cuales databa de marzo de 2016. En aquella temporada, el escolta, aún en los Wizards, se perdió 16 partidos por lesión entre diciembre y enero, y cuando volvió lo hizo con algunas limitaciones que llevaron a Randy Wittman a usarlo como suplente en varias ocasiones hasta que estuvo recuperado del todo. Y una vez que ocurrió, nunca volvió a perder la titularidad. Hasta hoy.
Este parece por tanto un claro paso atrás en su carrera, situación ante la que Bradley ha asegurado no querer ser un problema para el equipo: «El entrenador ha tomado su decisión y hay que respetarla. Merezco ser titular en esta liga, no quiero faltarla el respeto a nadie pero estoy seguro de ello. Pero el entrenador ha tomado su decisión y yo no voy a sentarme a discutir con él al respecto. No quiero ser una distracción».
Apuesta por el small-ball
Este no fue, pese a todo, el único ajusta de Budenholzer, que optó también por modificar cosas en el juego interior. El técnico mandó también a Jusuf Nurkic al banquillo por primera vez desde su llegada para hacer titular a Mason Plumlee, pero lo más sorprendente es que ninguno de los dos pívots contó con demasiados minutos, pues durante muchos tramos de partido los Suns apostaron por quintetos pequeños con Kevin Durant o incluso Oso Ighodaro como center.
No obstante, esta puede haber sido una decisión puntual ante la ausencia de Joel Embiid, que no pudo ser de la partida para los 76ers e hizo menos necesario usar un pívot convencional. Sin el camerunés, Tyrese Maxey y Kelly Oubre Jr. trataron de mantener a flote a Philadelphia con 31 y 26 tantos respectivamente, pero echaron de menos tanto al pívot como a una mejor versión de Paul George, quien, con un 5/18 en tiro y 13 puntos, no ayudó a evitar el tropiezo.
(Fotografía de portada: Bill Streicher-Imagn Images)