Pese a que aún le quedan dos años de contrato por delante, Bradley Beal tiene sobre la mesa una oferta de Washington para extender su vinculación por tres temporadas más a cambio de 111 millones de dólares. El futuro del escolta de los Wizards es posiblemente de los más inciertos de la NBA, algo que él no ha ayudado a dilucidar con la respuesta que dio cuando se le preguntó por la posible extensión.
“Puede sonar divertido, pero no ha pensado realmente en ello” afirmó en el Media Day de la franquicia capitalina. “No es que lo haya ignorado, pero he estado más pendiente de mi hijo y mi familia. Estoy dejando que mi agente discuta los detalles con el equipo”.
“La oferta está sobre la mesa, pero tengo claro que quiero tomarme mi tiempo y ver qué es mejor para mi familia” aseguró. La esposa de Beal dio a luz este verano a su segundo hijo, aunque lo cierto es que, si bien puede que el apartado personal sí que influya, la situación parece responder en gran parte a motivos deportivos. El escolta se encuentra ahora mismo en el mejor momento de su carrera, y está en una franquicia en la que difícilmente podrá aprovecharlos para luchar por grandes objetivos, y quizás no esté dispuesto a pasar dicho momento el pozo de la Conferencia Este.
Carne de traspaso
De hecho, actualmente Bradley es de los jugadores que más suena como posible candidato a un gran traspaso. Su salida daría más margen de maniobra a los Wizards de cara a una reconstrucción (además de picks o jugadores con proyección) y permitiría al jugador llevar su baloncesto a luchas más importantes. Suena a una solución lógica para ambos, pero parece que desde la franquicia aún se resisten a dejar escapar a su estrella.
En cualquier caso, Beal tiene hasta el 21 de octubre para aceptar la extensión. De no hacerlo, los rumores de traspaso comenzarían a ganar fuerza, aunque lo cierto es que aún podría firmar otra extensión el verano que viene.
(Fotografía de portada: Rob Carr/Getty Images)