Dinwiddie, autor de 23 puntos, fue quien dio la ventaja definitiva a los neoyorquinos en el último minuto
Brooklyn Nets aprovechó la resaca angelina. Los Lakers, tras dar un golpe de autoridad ante dos enormes rivales como Milwaukee Bucks y Los Angeles Clippers, adolecieron de la intensidad de esos días para abrir la puerta a los neoyrquinos. Estos no rehuyeron la invitación y dirigidos por su pareja de backcourt lograron su segundo triunfo consecutivo con el interino Jacque Vaughn en el banquillo por 102-104.
Spencer Dinwiddie fue el encargado de definir el partido. El base, quien se marcharía hasta los 23 puntos, rompió el bloqueo de los últimos minutos de los Nets –pasaron de ganar 88-97 a un 99-100 a falta de menos de dos minutos– con una canasta con 28,3 segundos por jugar que rompía la igualada en el electrónico tras un triple de Anthony Davis. El intento final del ala-pívot, de nuevo desde la línea de tres puntos, no entró.
El cambio de entrenador ha sentado sorprendentemente bien a Brooklyn. Tras ganar solo tres de los últimos nueve encuentros con Kenny Atkinson como jefe del vestuario, los neoyorquinos se han impuesto en los dos que han jugado con el interino Vaughn; el segundo de ellos ante unos Lakers que no perdían en el Staples Center desde el 6 de febrero.
Acompañando a Dinwiddie no faltó el buen hacer de Caris LeVert. El escolta realizó un completo partido al cerrar su noche con 22 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias, 2 robos y 1 tapón en 38 minutos de juego. Además, los Nets contaron con otros tres jugadores en dobles figuras de anotación: Joe Harris (12), Timothe Luwawu-Cabarro (13) y Chris Chiozza (11).
LeBron roza el triple-doble
Los Lakers eran favoritos anoche, pero lo ocurrido tampoco dice demasiado. Pese a la derrota aún mantienen cinco partidos y medio de ventaja respecto a su principal perseguidor en el Oeste, los Clippers. Así, encarar el encuentro frente a los Nets con un cierto descenso de intensidad era casi previsible tras mostrar músculo frente a Milwaukee Bucks y Los Angeles Clippers. En cualquier caso, hay quien nunca descansa.
LeBron James, siendo fiel a su pasión por este juego, rozó el triple-doble con 29 puntos, 12 rebotes y 9 asistencias en 35 minutos. Anthony Davis, tras un comienzo irregular de partido, firmó 20 de sus 26 puntos en la segunda mitad para ser guía de una remontada angelina que no pudo culminar al fallar el triple que les hubiese puesto por delante en los últimos segundos.
(Fotografía de Harry How/Getty Images)