Quizás esté llegando la hora de dejar de esperar a Golden State. Son los actuales campeones y cuentan con fantásticos jugadores, pero ya sea por un motivo u otro, no consiguen arrancar. Por supuesto tienen momentos de buen baloncesto, pero estos los alternan con otros que rozan lo desesperante. Lo visto anoche no fue diferente. Parecía que tenían el partido en su mano, pero terminaron viendo como los Nets remontaban hasta hacerse acreedores del triunfo por 116-120.
Lo cierto es que el partido estuvo en manos de los californianos. En el primer tiempo construyeron una ventaja de 16 puntos que parecía ponerles en camino de la victoria, pero Brooklyn reaccionó. Más adelante, ya en el último cuarto, volvieron a apretar y con menos de seis minutos por jugar ganaban por 12 tantos. Ahora sí parecía claro que solo les quedaba manejar la renta y sumar una victoria que bien necesitaban. No ocurrió así. Los Nets cerraron el partido con un parcial de 22-8 para remontar y dejar a los Warriors con un sabor de boca más que agrio, y es que el lado dulce fue para Kyrie Irving. El base no solo estuvo excelente con 38 puntos, sino que capturó siete rebotes y repartió nueve asistencias; una de ellas para que Royce O’Neale (autor de 16 puntos) firmase un triple decisivo en el último minuto del partido.
«Hicieron un gran trabajo manteniéndose pegados a mí, manteniendo el nivel físico y poniéndomelo difícil. Creo que mis compañeros de equipo lo hicieron muy bien trabajando sobre su defensa y realizando movimientos para perder a su hombre. Royce estaba muy abierto, sentí que ese era el mejor tiro para nuestro equipo, así que le entregué el balón y confié en él para que lo hiciera y, afortunadamente, entró», expresa el base de Brooklyn, quien sin duda lleva tiempo disfrutando sobre la cancha.
Para los Nets, quienes contaron con un doble-doble de 24 puntos y 15 rebotes de Nicolas Claxton y otros 14 tantos de Joe Harris, se trata de un triunfo muy importante, ya que es el segundo consecutivo sin contar con Kevin Durant, lo cual les permite mantenerse en la cuarta plaza de la Conferencia Este con 29-17.
Warriors, sensaciones preocupantes
Los de San Francisco están dando sensación de vulnerabilidad. Antes, si tenían un día bueno, arrasaban. Ahora, aunque parezca que van por ese camino, a lo largo de 48 minutos pueden caerse sin aviso. Sobre lo acaecido anoche, Steve Kerr cree que cometieron el error de dar oxígeno a un equipo que puede golpearte en cualquier momento. «Le das un poco de vida a un equipo como este… y es que son realmente buenos», comenta el técnico jefe.
En cuanto a las actuaciones individuales, Stephen Curry fue el máximo anotador de los suyos con 26 puntos, mientras que Jonathan Kuminga aportó 20 desde el banquillo. Quien tuvo una noche muy mala fue Klay Thompson al quedarse 10 tantos con un 4 de 17 en tiros de campo.
(Fotografía de Kavin Mistry/Getty Images)