El banquillo neoyorquino, clave con 68 puntos para acabar con la mala racha
Los Brooklyn Nets se dieron todo un homenaje al imponerse en su pabellón a Dallas Mavericks por un abultado 88-127. La franquicia neoyorquina necesitaba un triunfo como éste tras acumular tres derrotas consecutivas ante rivales como Miami, Charlotte y Washington.
El veterano DeMarre Carroll fue el más destacado con 22 puntos; seguido por Rodion Kurucs con 19 tantos y 6 rebotes; y por los jugadores reservas Caris LeVert y Spencer Dinwiddie, con 18 y 16 puntos respectivamente.
«Definitivamente este era un partido por el que tanto habíamos trabajado», señaló D’Angelo Russell. «Al llegar a esta jornada, sabíamos que teníamos que ganar. Y sabemos que tenemos un tramo muy difícil por delante, por lo que necesitamos obtener la máxima confianza posible», agregó.
Los 39 puntos de diferencia en el electrónico es el margen más amplio obtenido por los Nets en el presente curso, y también el mayor obtenido tras su mudanza desde New Jersey en 2012.
Actualmente los de Kenny Atkinson son séptimos del Este con un registro de 33-33; por delante tienen a Detroit Pistons con 31-31; y por detrás están Orlando Magic (30-35); Charlotte Hornets (29-34) y Miami Heat (29-34).
En los Mavericks, Dwight Powell lideró la ofensiva con 20 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias; y el novato Luka Doncic agregó 16 tantos y 6 rebotes, aunque con un 6/16 en tiros de campo.
«Este ha sido un partido feo de principio a fin», destacó Rick Carlisle. «Cuando pierdes todos los cuartos en un choque de la NBA, ciertamente no has hecho lo que tenías que hacer, por lo que ha sido una noche muy decepcionante», explicó.
(Fotografía de portada: Bello/Getty Images)