En su cuarto encuentro de preparación, Los Angeles Lakers han conseguido por fin sumar su primera victoria de la pretemporada. El conjunto de Darvin Ham se llevó el triunfo del Chase Center de San Francisco, imponiéndose por 121-124 unos Warriors que habían ganado los dos partidos disputados hasta ahora.
Los angelinos dieron descanso a LeBron James, Russell Westbrook y Patrick Beverley, dejando a Anthony Davis tomar por completo las riendas del equipo. Y el ala-pívot, llamado a ser una de las piezas más importantes del equipo si no la que más este curso, respondió. Con 28 puntos en apenas 21 minutos, La Ceja fue el principal dominador del choque y dio evidencias de que llega listo al inicio de curso, castigando a la defensa local tanto en la pintura como gracias a su tiro de media y larga distancia.
Davis lideró así a un equipo en el que Ham aprovechó para probar a muchos hombres, de los cuales dos llamaron también la atención. El primero de ellos fue Kendrick Nunn, que sigue cogiendo tono tras su larguísimo periodo al margen de las pistas y volvió a alcanzar los 21 tantos, los mismos que en el último amistoso, añadiendo esta vez 7 asistencias. El otro fue Matt Ryan, quien, con un 6/9 en triples, evidenció sus enormes capacidades para abrir la pista y pidió a gritos que los Lakers garanticen su contrato, hasta el punto de que LeBron celebró su último triple con un gesto de una firma desde el banquillo.
Por parte de los locales, Jordan Poole y Stephen Curry asumieron el grueso de la anotación con 25 y 24 puntos respectivamente, ambos además con un acierto de al menos el 50%. El escolta volvió a aprovechar la baja de Klay Thompson para ocupar un puesto en el quinteto titular, y esta vez sí lo aprovechó para reclamar galones tras dos partidos un tanto grises. De hecho, Poole lideró al equipo tanto en anotación como en asistencias (6) pese a disputar solo 23 minutos, dejando claro que su intención es dar un paso más en su crecimiento como jugador.
(Fotografía de portada: Ronald Martínez/Getty Images)