El favorito para ocupar el puesto número uno del próximo draft, Cade Cunningham, ya se ha declarado elegible. Lo ha hecho en una rueda de prensa matutina celebrada en el pabellón de Oklahoma State junto a su entrenador Mike Boynton. Cunningham era el proyecto de instituto más anticipado de Norteamérica, por lo que es lógico que no pase más de un año en la universidad y ponga sus servicios a manos de la mejor liga del mundo.
Lo hace en un momento en el que su posición en el draft se está poniendo en duda en favor de jugadores que siguen vivos en el March Madness. Especialmente Jalen Suggs e Evan Mobley, este último recientemente eliminado a manos del primero. Los Cowboys fueron apeados del torneo en segunda ronda contra Oregon State, después de que el base les llevase a ser quintos de su conferencia, la Big 12, con una plantilla algo limitada. Temporada la cual le ha valido para alzarse como mayor anotador de la conferencia, mejor novato y mejor jugador.
Poner en duda a un gran proyecto universitario cuando ya no está compitiendo es una tendencia que se ve todos los años. Pero normalmente dura hasta que comienza la etapa de verdadero scouting. En la que incluso algunos de los nombres que hoy suenan con fuerza, quedan opacados por jugadores que han pasado desapercibidos por pertenecer a universidades lejos de los focos.
No parece el caso de Cunningham, cuyo talento ya se insinuaba como superior al de cualquier elección del pasado draft. Desde los primeros sondeos ESPN le situó como su número uno, y no se han hecho esperar las comparaciones con superestrellas de la magnitud de Luka Doncic. Habrá que esperar hasta el evento del draft del próximo 29 de julio para saber si las predicciones acaban siendo acertadas.
(Fotografía de portada de Andy Lyons/Getty Images)