Guarden este nombre. Caitlin Clark. Porque dará que hablar en el baloncesto mundial y apunta a convertirse en una de las mejores de la historia. Ya en la pasada madrugada estaba a tan solo ocho puntos de convertirse en la mejor anotadora de todos los tiempos del baloncesto universitario femenino y solo le bastaron exactamente 2 minutos y 12 segundos para colocarse en el número uno.
La estrella de Iowa lanzó un triple lejano, y que clavó, ante el furor de los aficionados allí presentes. Clark cosecharía 49 puntos, rebasando también el mejor registro anotador de los 48 de Megan Gustafson, para liderar el triunfo de las suyas por 106-89 contra las Wolverines de Michigan.
«Todos sabíais que intentaría lanzar un triple como ese. Para que conste», destacó al medio ESPN.
Caitlin Clark llegaba al tan esperado encuentro con 3520 puntos totales de carrera NCAA, a tan solo siete de diferencia de los 3527 cosechados por Kelsey Plum de la Universidad de Washington entre 2013 y 2017. Y con sus 49 se situó en los 3569 totales, colocando su nombre en lo más alto de la clasificación histórica.
«Realmente no sé si puede escribir un guión mejor. Estoy muy agradecida por conseguirlo de esta forma. Muy agradecida de estar rodeada de tanta gente que ha sido mi apoyo», reconoció.
Además, este fue su cuarto partido de carrera NCAA con al menos 45 tantos cosechados. También repartió 13 asistencias, lo que supuso producir el 76% de los puntos de su equipo (79 de los 106 totales).
«Es realmente muy complicado frenarle», admitió su entrenadora Lisa Bluder. «Además lo disfruta. Si trabajas tan duro en tu oficio, ¿no quieres compartirlo con todos? ¿De verdad no quieres expresarlo», añadió.
Su partido fue impresionante, no solo por el récord, sino por sus sensaciones y su acierto: concluyó mediante un 16/31 en tiros de campo; y un 9/18 en triples, incluido ese mágico, desde casi el logo, que recordó por momentos a Stephen Curry y a Sabrina Ionescu.
«Honestamente, durante el calentamiento me sentía ya muy bien con mi lanzamiento. Así que sabía que esta iba a ser una de esas noches… Y jugué un poco con mi estado de ánimo. Sabía que mi equipo lo necesitaba después de nuestra última derrota», concluyó Clark.
(Fotografía de portada: Matthew Holst/Getty Images