Ambos juegan en la posición de ‘4’, ambos han permutado franquicia, y ambos muestran misma ambición a la hora de querer jugarlo absolutamente todo. O, cuanto menos, los momentos candentes del partido.
Dicho esto, hay un hecho, mire por donde se mire, insoslayable a todas luces. La aportación de Paul Gasol a los Bulls respecto al Carlos Boozer de 2013-14 es infinitamente superior, tanto en números como en impacto en el juego.
No obstante, los Bulls, aún sin Rose ni Gasol, eran un equipo serio y de Playoff la temporada pasada, y la competencia en el parqué, feroz. Todo apuntaba a que en unos Lakers más timoratos, un veterano como Carlos Boozer tendría más fácil coger las riendas y contar con esos minutos de los que estaba siendo privado en Chicago. Especialmente en el cierre del partido.
Byron Scott, sin embargo, viendo el devenir anodino por la liga de su equipo esta temporada, se dispuso a probar cosas. Sacó a Boozer de la titularidad para que saltara desde el banquillo, y el experimento le salió bien, además de contar, más o menos, con el beneplácito del ala-pívot. Perderse la recta final de los encuentros ya es otra cosa. Ahora sí, y veremos cuanto dura, en estos Lakers Boozer es un fijo en cuando a echar el cerrojo al partido se trata.
En su momento, aun con el uniforme de los Bulls, Boozer hizo público su malestar por no ser parte en los minutos finales: «Creo que soy muy productivo en los escasos minutos de que estoy disponiendo por lo que podría hacer aún más si estuviera ahí más tiempo. Pero mientras vayamos ganando, eso es lo principal. Pero sí, yo quiero estar ahí en el cuarto cuarto. Vamos a dejarlo claro». Unas declaraciones que no gustaron nada en la franquicia de la ‘Windy City’.
Ahora, con Pau Gasol ocupando su puesto, parecemos estar sufriendo un déjà vu. Por unos datos publicados por Mark Strotman, de CSN Chicago, conocemos que, en lo que llevamos de curso, Pau Gasol, a pesar de promediar 35 minutos por partido, solo participa de media en 5,4 en el último periodo.
Un sacrificio que funciona
A principios de temporada, Tom Thibodeau ya advirtió a sus pupilos que todos tendrían un papel importante en el finiquitar de los partidos, así como dicho papel iría mutando en función del guión que requiriera cada ocasión. Siendo así nos encontramos con lo siguiente:
Últimos cuartos
- Pau Gasol: ha intervenido en en 30 de los 32 choques que ha estado hábil.
- Joaquim Noah: ha jugado en 26 de los 28 posibles.
- Nikola Mirotic: ha aparecido en 30 de sus 35 convocatorias.
- Taj Gibson: ha participado en los 26 que estuvo disponible, excepto ante Portland, donde se lesionó en el primer cuarto.
Curioso es ver como uno de los jugadores que mejor está rindiendo en lo que llevamos de curso sea de los más damnificados a la hora de jugarse las habichuelas. Pero por ahora, la estrategia de Thibodeau da resultado. Los Bulls se posicionan con la segunda mejor diferencia en el último cuarto de la NBA (+2,7) y tienen un promedio de 26,3 puntos en este trecho, el tercer mejor promedio de la liga y también su cuarto particular en el que más anotan.
Gasol, por ahora, acepta lo que hay, pero no se resigna a perderse lo mejor de la función.
«Las veces que no estoy (en la cancha), siempre y cuando ganemos puedo estar de acuerdo. Pero me gusta estar ahí cuando estamos peleando por la victoria. Así es como soy, como siempre he sido, y quiero seguir siendo. Entiendo porqué es así. Hay diálogo y nos entendemos entre nosotros. Pero quiero estar en la pista los 48 minutos. Sé que no debo, pero en la recta final cuando se decide el partido, quiero estar en el parqué».
Cogiendo de referencia los cuatro últimos choques, según los datos de PopcornMachine’s GameFlows, Gasol apenas jugó el último cuarto ante los Nuggets, excepto los segundos finales cuando Gibson fue expulsado por acumulación de faltas, y si cerró los partidos ante Rockets y Celtics, en ambos incorporándose en el ecuador del mismo. Ante los Jazz, y sin posibilidades de victoria, permaneció en el banquillo la totalidad del cuarto periodo.