Con Carmelo Anthony nunca hubo medias tintas. O le amabas, o pensabas que estaba sobrevalorado. Su carrera en la NBA podría resumirse así perfectamente.
O quizás, como le ocurriera a su amigo LeBron en su última etapa con los Lakers, Carmelo acaparó más admiradores que detractores cuando entendió en Portland, y posteriormente en LA, que sus mejores días ya habían pasado.
Lo cierto que, dejando a un lado su ego, encajó a la perfección como veterano anotador junto a Lillard y McCollum tras liderar previamente dos proyectos: primero en Denver Nuggets, y después en sus añorados Knicks.
Quizás decidió colgar demasiado pronto las botas. Solo quizás. Pero atrás nos ha dejado una impresionante carrera baloncestística donde ha demostrado ser uno de los mejores anotadores de todos los tiempos, tanto en la NBA como en el baloncesto FIBA.
Entre sus muchos galardones destacan: el campeonato NCAA de 2003; 10 veces All-Star; dos ocasiones en el Segundo Mejor Quinteto NBA; máximo anotador de la liga en 2013 o miembro de los mejores equipos del 75º aniversario de la liga.
Sin embargo, a pesar de todos sus éxitos, sobre todo con la Selección, se quedó sin anillo. No pudo conseguirlo cuando despegaba su carrera en Denver; y tampoco pudo conseguirlo en Big Apple como principal referencia de una franquicia que parecía maldita.
Pero no por ello su legado es peor que el de otros. Al revés, él se siente muy orgulloso de todo lo conseguido, incluso en 2019 cuando se vio con pie y medio fuera de la NBA.
«Nunca conseguí ganar un anillo de la NBA, pero sé todo lo que he aportado a este deporte», reconoció Anthony al diario NY Post.
«Esta noche no solo entro en el Salón de la Fama, sino que me llevo conmigo el eco de todas aquellas voces que me dijeron que no podría. Tuve que abrirme un nuevo camino. Tuve abrirme un nuevo final», destacó.
4EVER MELO 💙🧡pic.twitter.com/Ji4H5Mgbuk
— jorge (@jrochec) September 7, 2025
Junto a Carmelo, también fueron seleccionados Dwight Howard, las jugadoras Sue Bird, Maya Moore y Sylvia Fowles; el técnico Billy Donovan; el propietario de Miami Heat, Micky Arison, o el ex colegiado Danny Crawford.
La inclusión de las tres jugadoras a la vez fue un hecho histórico y la primera ocasión que sucedía algo así.
«Ahora que ya estoy en el Salón de Fama, creo que soy la tía Maya», bromeó Maya Moore.
«A los jóvenes les digo que descubran lo que les motiva cada día. Les pido que busquen la alegría y la conexión con los demás», destacó.
Por último, y menos importante, no hay que olvidar a los integrantes del Redeem Team que se alzaron con el oro olímpico de 2008 y donde, además de Carmelo y Howard, también estuvieron otros ilustres de las canasta, tales como el entrenador Mike Kryzewski, LeBron, Wade, Jason Kidd, Bosh o el tristemente fallecido Kobe Bryant.
«Todos queríamos alcanzar el nivel de Kobe y hacerle sentir orgulloso», señaló LeBron sobre aquella selección.
«Nuestro principal objetivo era conseguir la medalla de oro, pero también recuperar el respeto de nuestro país», reconoció el Coach K.
Aquella medalla de oro conseguida en Beijing 2008 será especialmente recordada por los espectadores españoles presenciando, posiblemente, una de las mejores finales olímpicas de todos los tiempos.
Carmelo formaba parte de aquel oro, como también se lo colgó en Londres 2012 y Rio de Janeiro 2016, y un amargo bronce olímpico en Atenas 2004 que se encargó de arrojar al algún lago.
(Fotografía de portada: Imagn Images)