Los Miami Heat de inicios de la década pasada fueron uno de los equipos más megalómanos que se recuerdan en su concepción. Pat Riley logró acompañar a Dwayne Wade con dos de sus compañeros más ilustres del Draft 2003. Nada menos que LeBron James y Chris Bosh. La empresa se dio gracias a ciertas concesiones de los tres. Tanto salariales como de protagonismo en pista. Sin embargo, la porción de pastel podría haber sido aún más pequeña por la suma de un cuarto integrante.
Durante ese mismo verano el Big Three, sobre todo James, hablaron con Carmelo Anthony de la posibilidad de unir fuerzas. Algo difícil de creer por un mero tema económico, pero que podría haberse resuelto vía traspaso. De ello habla el propio Melo en el podcast de Paul George, a quien le explica que para él era difícil de imaginarse como cuarta opción mientras era el líder absoluto en Denver.
A lo largo de esa misma temporada 2010-12 Anthony acabó siendo traspasado a los New York Knicks en lo que no era el primer intento de moverse a la Gran Manzana. Antes ya había charlado con LeBron de la posibilidad de ir juntos al equipo del Madison Square Garden (entre otros) en los veranos entre 2007 y 2010. Algo que acabó cayéndose precisamente por la formación del Big Three en Florida.
Años después Melo al fin fue capaz de unir su camino al de James, con quien comparte una gran amistad y carreras prácticamente paralelas. Aunque fuese en los estertores de su trayectoria profesional y en unos Lakers que no llegaron siquiera a playoffs.
(Fotografía de portada de Streeter Lecka/Getty Images)