No corren buenos tiempos para la lírica en al Madison. La que empezó como una temporada ilusionante va camino de pesadilla tras nueve derrotas en los once últimos partidos. Además, episodios como el vivido con Derrick Rose, quien dio la espantada a Chicago sin avisar por un problema familiar, no han ayudado en nada a revertir la depresión de un equipo que podría sumar su cuarto año sin Playoffs.
¿Puede ese cúmulo de circunstancias hacer que Carmelo Anthony se plantee su salida? Negativo. La estrella de los neoyorkinos, como el conjunto, no pasa por su mejor momento. El ejemplo más claro lo tenemos en el último partido disputado, cuando tras lanzar un triple que no tocó aro, fue abucheado por parte del público que si dio cita en el ‘coliseo knickerboker’. Sin embargo, su amor por la franquicia y el deseo de hacer historia en ella, pesan mucho más que cualquier obstáculo.
Por ello, el alero natal de Baltimore sigue descartando tajantemente renunciar a la cláusula que le permite vetar cualquier traspaso, ya que por su cabeza no pasa -pese a los contratiempos recientes- dar luz verde a un intercambio que de con su baloncesto lejos de Nueva York, informa Steve Kyler de Basketball Insiders.
Cierto es que esta información llegó antes de que se viese las caras con los Bulls -partido de los abucheos-, pero sigue siendo improbable que una sola acción, la cual apunta a quedarse en anécdota, vayan a cambiar un pensamiento con miras a terminar su carrera en la Gran Manzana.
¿Y el anillo?
Aun poniéndonos en el mejor de los casos respecto al presente, el cual sería ver a los Knicks disputando este año la postemporada, parece improbable que en un plazo corto el equipo esté en disposición de disputar un campeonato; sobre todo porque Cleveland apunta a plantarse en las Finales durante varios años más. ¿Quiere decir esto que Carmelo renuncia al anillo? No tiene por qué. En todo caso, no está de más algo de lealtad en la NBA, ya que el juego de juntar unas cuantas estrellas para ganar está muy visto.
Contratos a largo plazo
Vale. Renuncia a un traspaso. Pero eso no quiere decir que una vez concluido el presente contrato -tiene una cláusula para salirse del mismo en verano de 2018- no pueda cambiar de aires. La gran pregunta en esta hipotética situación es si aún estaría a nivel suficiente como para ser el primer espada de un proyecto ganador. Tendría 34 años.
En cuanto al plan de futuro de la franquicia, no parece igualmente que haya más caminos abiertos. Como hemos dicho Melo tiene contrato hasta 2018, pero es que Joakim Noah firmó el pasado verano 4 años y 72 millones de dólares, mientras que Courtney Lee llegó por cuatro años y 48 millones de dólares; es decir, la apuesta para los próximos cursos está hecha.