Los Boston Celtics maravillaron al planeta baloncesto con su victoria de anoche ante los tiranos Golden State Warriors. Además de prolongar su racha a los 14 partidos seguidos con triunfo (sexta mejor racha de la historia verde), el equipo de Brad Stevens remontó un duelo en el que, al menos en la primera parte, parecía netamente por debajo. Diferencias de hasta 20 puntos tuvo que hacer frente Boston durante el segundo cuarto, pero al final asestó la ¿inesperada? puñalada a su confiado rival. Interrogamos lo de «inesperada» porque, como tantas otras veces hicieron los Celtics en los últimos tiempos, hubo remontada al final.
Y es que el conjunto afincado en Massachusetts defiende el honor de ser quien más encuentros remonta durante el cuarto período en toda la NBA. Tanto la temporada pasada (con hasta 25 ocasiones) como éste, donde lidera la clasificación de hacer los deberes sobre la bocina con ya seis partidos remontados cuando suena la campana.
El pasado curso, Isaiah Thomas lideraba las reacciones imposibles de los Celtics a última hora con períodos de más de 10 puntos por noche en el último acto, liderando la liga en este apartado. En la nueva temporada 2017-18, la recuperación es más coral, habiendo remontado diferencias abisales, además de frente a Golden State, ante Oklahoma City Thunder, partido en el que Boston llegó a perder por más de 20 puntos. Lo tenían perdido y remontaron, como empieza a ser costumbre.
En total este curso, los Celtics han comenzado últimos cuartos por detrás en ocho ocasiones, habiendo salvado seis de ellas, y habiendo caído en dos —los dos partidos iniciales ante Cleveland y Milwaukee—. Tras el triunfo de ayer, la racha del equipo verde es de 14 partidos, la sexta más amplia de una franquicia boyante como Boston; además, la dinámica ha llegado con la ausencia total de Gordon Hayward y algunos partidos sin Kyrie Irving o Al Horford.