20-0. Así comenzó el partido para los Hornets. Y claro, no era el momento de desaprovechar tal oportunidad de oro para tumbar en casa a los Rockets, que encima venían sin Russell Westbrook, baja por descanso. De este modo y con más complicaciones de las previstas tras ese parcial inicial, los locales se impusieron por 108-99 y rompieron la racha de tres derrotas consecutivas con las que encaraban el duelo ante los texanos.
Terry Rozier estuvo a un gran nivel yéndose hasta los 24 tantos, mientras que Devonte Graham agregó otros 23 puntos. «Desde luego ha sido una buena noche para nosotros. Creemos que deberíamos haber ganado los dos últimos encuentros, así que hemos tratado de salir con la misma intensidad y eso nos ha facilitado la victoria. Vamos a seguir trabajando para dar esta intensidad en cada partido del resto de la temporada», explicó el cookie P.J. Washington, autor de 22 puntos.
En ese comienzo fulgurante los Rockets tuvieron hasta ocho pérdidas de balón y fallaron cinco triples. Todo en las primeras doce posesiones. Y así es todo más complicado, aunque lograran sobreponerse. «No sé qué nos ha pasado. Nunca había experimentado algo así antes. 20-0 es un déficit lo suficientemente elevado como remontarlo. No hemos podido detenerles. Hemos empezado demasiado lento, supongo que por cualquier razón», señaló Mike D’Antoni para intentar argumentar el comienzo de partido de los suyos.
En el lado de Houston, James Harden se fue hasta los 30 puntos, 10 rebotes y 14 asistencias. Se trata del triple-doble número 46 en toda su carrera, y el cuarto en lo que va de campaña. Robert Covington sumó otros 25 tantos, mientras que Jeff Green agregaría otros 20.
«Tenemos que hacer un trabajo muchísimo mejor en defensa para que nuestro ataque suba el rendimiento. No hemos hecho suficientes lanzamientos. Recuperarse de un 20-0 es complicado, pero lo hicimos. Lo malo es que no pudimos mantener esa intensidad en el resto del partido», comentó Harden.
(Fotografía de portada de Matthew Stockman/Getty Images).