La NBA se toma muy en serio la salud de sus jugadores, incluso la de los que ya están retirados.
Las muertes tempranas de Darryl Dawkins y Moses Malone, con sólo 58 y 60 años respectivamente han hecho saltar las alarmas. Ambas, como vemos, han llegado muy pronto, demasiado, para dos ex jugadores cuya salud era lo suficientemente buena como para disfrutar de su jubilación muchos años más, y ambos fallecimientos han venido por problemas cardíacos desconocidos.
Es por ello que la NBA se ha puesto rápidamente en marcha, y ya no solo plantea encargarse de la pensión de sus ex militantes, sino también de preservar su salud y verificar si los altos ritmos de la competición pueden pasarles factura cuando embocan la tercera edad.
El director ejecutivo del sindicato de jugadores, Michele Roberts y El Comisionado de la NBA, Adam Silver ya están planeando aunar esfuerzos para vigilar más de cerca los posibles problemas de salud de sus jugadores retirados .
Roberts dijo recientemente a ESPN que el sindicato piensa actuar al respecto de manera ‘inminente’. «Ojalá pudiera darte un calendario exacto , pero hay que asegurarse de que todos los componentes estén en su lugar», ha dicho Roberts. «Esperamos tener algo más temprano que tarde».
Para ello, las medidas pasan por aumentar los fondos destinados a la contratación de un cuerpo de médicos cardiólogos que garanticen un mínimo de reconocimientos anuales de corazón a todo jugador retirado que sea potencialmente vulnerable a infartos o problemas de corazón de cualquier tipo.