Chicago da un golpe sobre la mesa venciendo en Brooklyn

Hace semanas decíamos que los Bulls no iban de farol. Ahora, cuando nos encaminamos hacia el cambio de año, podemos asegurar que los de Illinois tienen equipo para mirar a los ojos a cualquiera. Anoche, en su visita a Brooklyn, Chicago sacó músculo para no perderle la cara al partido en momento alguno y, en el momento decisivo, apretar y llevarse el triunfo por un ajustado 107-111.

Apoyados en el dúo formado por Zach LaVine y DeMar DeRozan –se combinaron para 60 puntos–, los Bulls vivieron tres cuartos a remolque. Los Nets tiraban del marcador, intentaban romper el partido, pero solo lograron una máxima ventaja de 11 puntos (tercer cuarto) que se esfumó tan rápido como llegó. Ya en los 12 últimos minutos, a los cuales los neoyorquinos entraron por delante, un parcial de 13-2 a favor de Chicago daba la vuelta al electrónico. Las rentas de Chicago eran exiguas, pero resistieron y dieron la puntilla a falta de 16 segundos con un triple de Lonzo Ball, quien se unió a la fiesta en el momento idóneo.

«Simplemente vamos a seguir metidos en los partidos. Estamos aprendiendo a no desanimarnos si fallamos tiros. Estamos aprendiendo que una parte muy crítica del juego es mantener la sensatez y el equilibrio. Hay mucho tiempo en el partido para dar la vuelta a las cosas. Hay que mantener el rumbo. Eso es lo que hacemos», comenta DeRozan, autor de 29 puntos, sobre la segunda victoria en dos partidos ante los Nets.

Los Bulls están funcionando desde el que es uno de los quintetos más completos de la competición. DeRozan y LaVine ponen habitualmente los puntos, pero tras ellos están Nikola Vucevic, quien también tiene facilidad para anotar y anoche aportó 13 puntos, y Lonzo Ball, un base que contra Brooklyn solo firmó ocho puntos, pero que pone su granito de arena en todas las facetas del juego, tal y como demuestra que completase su hoja estadística con 9 rebotes, 7 asistencias, 3 tapones y 2 robos.

Durant, esfuerzo sin recompensa

Kevin Durant estuvo por encima de los 37 minutos de juego por quinto partido consecutivo –fueron 45 contra Phoenix–, pero ello no bastó para que los Nets sumasen un nuevo triunfo. Durantela se fue a los 28 puntos, 10 rebotes, 4 asistencias y 2 tapones, números con los que lideró el ataque neoyorquino. Al concluir el encuentro, cuestionado por el poco descanso de su estrella, Steve Nash comentó lo siguiente:

«La mentalidad de Kevin es una de las razones por las que es uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Le encanta el juego. Decirle que vamos a limitar sus minutos no va a sentarle bien. Intentamos escabullirle minutos aquí y allá y mantenerlo en la banca por 30 o 40 segundos más cuando podemos», comenta el head coach de los Nets.

Harden, fatal en el tiro

Tras Durant destacaron los 20 puntos de LaMarcus Aldridge y el doble-doble de 14 puntos y 14 asistencias de James Harden; sin embargo, este último llegó tras una dolorosa serie de 5 de 21 en tiros de campo (1 de 5 en triples). La estrella de Brooklyn no termina de encontrar el ritmo, tal y como demuestra que en los tres últimos partidos acumule un 13 de 49 en el lanzamiento (26,5 por ciento). Los Nets necesitan mucho más de él, y es que la ventaja que atesoraban en la Conferencia Este ha quedado reducida a medio partido sobre los Bulls y uno y medio con los Bucks.

(Fotografía de Mike Stobe/Getty Images)


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