Chicago Bulls da su temporada por concluida. Al estilo de Phoenix Suns el curso pasado, en Illinois parecen decididos a sentar a todos sus veteranos para que los jóvenes tengan más minutos. Los probables damnificados: Justin Holiday y Robin Lopez.
Se trata de una determinación que llega desde arriba. En la gerencia han dejado claro que a partir de ahora quieren ver más minutos para chicos como Cameron Payne, Noah Vonleh, Paul Zipser y Cristiano Felicio; eso sí, sin restar protagonismo a otros como Zach LaVine, Kris Dunn y Lauri Markkanen.
Con esa idea claro está que no todos tendrán los minutos deseados, algo que confirma Fred Hoiberg, quien dijo que uno de sus objetivos en lo que resta de campaña es descubrir una nueva rotación con nuevos roles, informa Chicago Tribune.
Las víctimas más probables del movimiento, tal y como ellos saben, son Holiday y Robin Lopez. Hablamos de dos buenos jugadores ya establecidos en el equipo que no necesitan demostrar nada. Y ahora, aunque el sistema de lotería del Draft ha cambiado, empezar a perder partidos asiduamente es casi una meta.
Pero Chicago no quiere apartarlos. No se trata de que de pronto desaparezcan de partidos, entrenamientos y charlas, sino de que usen su sabiduría para servir de guía a los jóvenes. A partir de ahora deberán ser líderes vocales.
Mensaje captado
Con el plan diseñado quedaba por saber qué opinan los protagonistas. Lógicamente quieren jugar, pero ello no evita que entiendan su nuevo cometido. «Ya veré qué deciden. En cualquier caso tiraré del grupo como todo el año, solo que más vocalmente. En los entrenamientos. Y desde el banquillo, probablemente hablando más desde el banco. Pero veamos qué pasa», espeta Holiday. Lopez por su parte agrega lo siguiente: «Hemos tenido muy buenas vibraciones y una ética de trabajo excelente durante la mayor parte de esta temporada. Me he dado cuenta de que mi papel también está para cosas que pasan fuera de la cancha».