Chicago hurga en la herida de Boston con 37 puntos de DeRozan

Las aguas corren algo turbias por Boston. Los Celtics, llamados a estar peleando por los puestos de playoffs, sumaron anoche su tercera derrota en otros tantos partidos en casa y lo hicieron además desperdiciando una renta de 14 puntos en un último cuarto horrendo. Chicago, uno de los equipos de moda en la NBA, no desaprovechó la oportunidad, y acabó venciendo 114-128 para colocar el 6-1 en su casillero de la clasificación y ahondar en lo que ya se puede definir como crisis en Massachusetts.

Y decimos crisis porque Marcus Smart acabó el partido tan molesto como para señalar directamente a Jayson Tatum y Jaylen Brown. El primero de ellos logró 20 puntos y el segundo 28, pero Smart entiende que no están jugando cómo deben. Estas han sido sus palabras.

«Simplemente me gustaría jugar al baloncesto. Todos los equipos saben que nos basamos en Jayson y Jaylen, así que estudian cómo detenerlos. Creo que todos esos informen concluyen que deben intentar que suelten el balón, pero ellos no quieren pasarlo. Es algo que van a aprender. Todavía están aprendiendo. Estamos orgullosos del progreso que están logrando, pero tendrán que dar un paso más y encontrar formas de crear, no solo para ellos mismos, sino para otros en este equipo, para abrirles la cancha», expresa Smart.

Smart tira un poco del clásico ‘palito y zanahoria’, pero tras sus declaraciones claro está que algo no funciona por el momento en los verdes. Ime Udoka llegó hace poco y aún deben asimilar algunos conceptos, pero ello no esconde que el final de partido de anoche fue realmente doloroso. Al final del tercer cuarto ganaban por 14 puntos (103-89). Parecía que la victoria estaba en sus manos, pero encajaron un 39-11 en los 12 últimos minutos que literalmente les destrozó. El entrenador de los Celtics cree que se relajaron antes de tiempo.

«Nos pusimos cómodos pensando que el partido había terminado en el tercer cuarto. Comenzamos a celebrar demasiado pronto. Es una buena lección para aprender: si no respetas el partido, éste se revolverá y te morderá», señala Udoka.

Los Bulls, en racha

Por supuesto que el rival tuvo mucho que decir en ello. Tras colocarse 4-0 en la clasificación no pocos comentaron que Chicago se había enfrentado a rivales fáciles, un argumento que ahora pierde peso tras derrotar a Utah y Boston, habiendo perdido antes por un solo punto ante los Knicks. Los de Illinois han dado un enorme paso al frente esta temporada.

DeMar DeRozan, quien sin duda ha caído de pie en Chicago, fue el máximo anotador con 37 puntos a los que añadió 7 rebotes. Junto a él destacaron los 26 puntos de Zach LaVine y un Nikola Vucevic que rozó el triple-doble con 11 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias. En los Bulls sentó especialmente bien ganar remontando. «Fue muy gratificante ver que tuvimos la capacidad de mantenernos en la pelea. Estábamos muchos puntos abajo, jugando en la carretera en un lugar difícil, pero no nos pusimos nerviosos», explica DeRozan.

(Fotografía de Adam Glanzman/Getty Images)


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