Chicago le gana a Dallas el partido del ‘tanking’

Dos equipos sin nada que hacer ya. Dos planteles que miran más al futuro que al presente, un presente que no les dice nada interesante en cuanto a la clasificación. O quizá sí, porque si nos ponemos a pensar mal, que piensa mal y acertarás, quizá el duelo de anoche entre Dallas y Bulls podía tener intereses clasificatorios. Pero no los habituales, los de vencer para quedar lo mejor posible. Es más bien lo contrario: perder para ir lo más abajo posible. Cuanto peor, mejor, que decían.

Hablamos de tanking, claro y de tener el mayor número de posibilidades de obtener premios grandes en la Lotería del Draft. Y no es que presupongamos nosotros cosas, es que el dueño de los Mavericks ya dijo que se iba a tirar por esa práctica, declaraciones que por cierto le costaron 600.000 dólares. Luego hubo matizaciones aquí y allí y triunfos de Dallas, como el cosechado contra Indiana o la ajustada derrota ante OKC no aclaran realmente las intenciones. Además, hay jugadores como Dirk Nowitzki para los que aquello de perder a propósito, pues como que no.

Frente a Dallas, anoche, los Bulls, menos explícitos que los de Texas en cuanto a sus intenciones, sin dueños que digan que buscarán derrotas, pero con cambios drásticos en la rotación, con piezas menos habituales al frente del quinteto inicial. Todo esto responde al plan de Fred Hoiberg de desarrollar jugadores, de probar cosas.

Y esos Bulls ganaron, por 100-108. Quizá no querrían hacerlo, aunque a veces el tanking no es dejarse ir necesariamente, sino plantear un escenario donde la victoria no es lo más importante.

Cosas raras

Claro que si quieren sospechar, con el halo del tanking en algunos de los partidos de las escuadras sin opciones, pueden hacerlo. Los equipos a veces no nos van ayudar a pensar que compiten al cien por cien. Y si no, vean, vean.


En el tercer cuarto, los Bulls atacaron un 5×4… sí, como leen. Dennis Smith Jr. dejó, involuntariamente, a su equipo con cuatro piezas para defender la acometida de Chicago. Salió de la pista seguramente pensando que había sido sustituido. Pero dio igual, porque los Bulls no aprovecharon esa superioridad. A cambio, lanzaron un triple lateral y abierto, que erró Denzel Valentine. Luego, cuando Smith JR. intentó entrar en la pista al darse cuenta, le pitaron una técnica. Y para rematar todo, Valentine falló el tiro libre posterior.

Chicago ganó igualmente, con un buen David Nwaba, 10 puntos, 11 rebotes, 5 asistencias, 3 robos y 1 tapón, un buen Lauri Markkanen, doble-doble de 17 puntos y 12 rebotes, y en general un solvente quinteto inicial. Desde el banquillo, Bobby Portis, 22 tantos. En Dallas, el mejor, Harrison Barnes, con 26 unidades anotadoras, y Smith Jr., 25.

Los Mavericks tienen el tercer peor balance de la NBA, con un 30,2 por ciento de victorias, igualados con los Hawks (19-44) y solo por delante de Memphis y Suns. Chicago, algo mejor, registra un 31-41 y un 33,9 por ciento de triunfos.


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