Se esperaba una final de Conferencia Oeste espectacular y por ahora está siendo bastante menos. Dallas está en su mejor momento en años y lo está demostrando de la mano de Luka Doncic y Kyrie Irving; sin embargo, parece que a Minnesota le está quedando algo grande el escenario. Anthony Edwards está promediando 22 puntos por noche, pero con un 38,6 por ciento en tiros de campo, mientras que Karl-Anthony Towns está aún peor al no pasar del 27,4 por ciento en el lanzamiento, cuarto peor de la historia de la NBA en las finales de conferencia/división desde 1960…
Ni que decir tiene que Towns ha sido el termómetro de los Wolves en muchos momentos de la postemporada. El número 1 del draft de 2015 fue determinante para eliminar a Denver con su defensa y acierto, algo que ahora parece haber saltado por los aires y que, como es lógico, preocupa a su entrenador, Chris Finch. «Ha tenido problemas, por supuesto. A veces ha sido duro ver que no le salían las cosas», admite.
Especialmente complicado fue el último cuarto del tercer encuentro, en el cual se quedó en un 0 de 4 en tiros (0 de 3 en triples), mientras los Mavericks se terminaban imponiendo con un parcial de 14-3 en los últimos cinco minutos de partido. En todo caso, el propio jugador señala que debe tomárselo con filosofía y simplemente seguir lanzando a canasta.
«Tengo que reírme. Estoy haciendo hasta 1.500 tiros por día. Lancé muy bien durante todos los playoffs, por lo que la confianza es extremadamente alta. Tener ahora esta mala suerte y esos tiros en buenas posiciones que simplemente no entran, es difícil. Es duro, sin duda, pero sigo confiando en mí. Sólo tengo que seguir lanzando», explica.
(Fotografía de Michael Reaves/Getty Images)