A menos de dos minutos de sellar la primera clasificación de los Timberwolves para la segunda ronda de los playoffs en dos décadas, a Chris Finch se le estropeó la noche. Mike Conley le atropellaba en un lance del juego, provocándole una rotura del tendón rotuliano que le obligará a pasar por quirófano. El técnico de Minnesota tuvo que abandonar la cancha ayudado por sus asistentes y el pabellón en silla de ruedas.
Esto no le impidió disfrutar de la victoria de su equipo desde la distancia. Aunque sí que podría impedirle regresar a la banda para el primer partido ante los Denver Nuggets en las semifinales del Oeste. La operación a la que se va a someter mañana miércoles requiere de inmovilizar la pierna con una bota que quizás no le permita desarrollar su labor con normalidad. El partido está programado para el próximo sábado y, de no llegar, sería su asistente Micah Nori quien tomaría las riendas. Si nada se complica durante la operación, Finch debería poder viajar a Denver con el equipo el próximo viernes.
(Fotografía de portada de Christian Petersen/Getty Images)