No es un hijo pródigo, pero casi. Chris Paul regresa a Los Angeles Clippers tras ocho años y lo hace como pieza importante de un proyecto que suena a añejo –cuatro All-Star por encima de los 32 años–, pero que al mismo tiempo ilusiona por lo que puedan conseguir juntos a corto plazo
En ese contexto fue en el que Paul se volvió a poner el uniforme de los angelinos este lunes. Ya con 40, y con más de mil aficionados arropándole en el espacio para eventos dentro del Intuit Dome, el veterano base fue presentado dejando claro que una vez que surgió la opción de volver a Clippers ya no había otra posible.
«Fue una decisión obvia. Para ser sincero, quería volver a jugar aquí a toda costa», comenta sobre un equipo y una ciudad en la que están su esposa, Jada; su hijo, Chris Jr.; y su hija, Camryn, quienes se quedaron en Los Ángeles con la familia mientras él jugaba en otras cinco ciudades desde que fue traspasado a los Houston Rockets en 2017.
Pese a que hace casi una década abandonó la franquicia no de la mejor manera –él mismo lo recalca–, siguió en contacto con Steve Ballmer dado su cargo de presidente del sindicato de jugadores. Tal contacto ha ayudado a que ahora firme un acuerdo de un año por el mínimo de veterano, 3,6 millones de dólares, para jugar la que será su 21ª temporada en la NBA. ¿La encara como la de su despedida? Ni mucho menos.
«Abordo la temporada con mucha ilusión, no necesariamente por lo que puede venir después. Solo intento ser parte de esto», comenta antes de dejar claro que le encantaría que retirasen su camiseta con el número ‘3’. «Lo significaría todo».
Ya pensando en la temporada 2025-26 y las opciones del equipo, CP3 no esconde su creencia en que cuentan con una plantilla lo suficientemente amplia y potente como para plantearse el mayor de los objetivos.
«Estoy muy emocionado por los movimientos que ha hecho el equipo esta pretemporada. La llegada de Brad, Brook Lopez, todos los jóvenes. Hablé con James, hablé con Kawhi, y estoy aún más emocionado por lo que creo que tenemos la oportunidad de lograr», comenta Paul, quien el curso pasado promedió 8.8 puntos, 7,4 asistencias, 3,6 rebotes y 1,3 robos con los San Antonio Spurs.
El nuevo rol de Chris Paul
Chris Paul entiende que no es el jugador de antaño. Aunque cada vez que salta a la pista demuestra que es un jugador diferente, uno que maneja los partidos como casi nadie, ya no está para 40 minutos a pleno rendimiento, y menos en un equipo tan profundo en el backcourt como estos Clippers, los cuales tienen a Harden, Beal, Bogdan Bogdanovic y Kris Dunn. Paul afirma que solo quiere ayudar al equipo.
«Mi rol en este equipo es obviamente diferente al de los últimos 20 años en la NBA, pero si me presento cada día, si puedo mostrarles a algunos de los chicos cómo es el trabajo diario, es algo que me entusiasma», sentencia.
(Fotografía de Chris Day/The Commercial Appeal / USA TODAY NETWORK via Imagn Images)
