Ayer los Chicago Bulls lograron una trabajada victoria, su tercera consecutiva, ante los Golden State Warriors. Pero más allá del resultado final y la lesión de Stephen Curry, el partido guardaba otra historia. La del reencuentro entre Chris Paul y Coby White, quien jugó en el equipo del futuro hall of famer en el circuito AAU y ahora está viviendo el mejor momento de su carrera. Tanto que, de un tiempo a esta parte, se está consolidando como uno de los principales candidatos al Most Improved Player (MIP). CP3 lo tiene claro. «Más vale que lo gane», decía el de los Warriors tras el encuentro.
Era la primera vez que ambos se veían las caras en la presente campaña, ya que Paul estuvo ausente en el partido que disputaron en enero. White lo vio como una oportunidad especial para llevar a toda su familia al pabellón. «Me ha alegrado mucho ver a la familia de Coby, también es como mi familia», asegura Paul. Ambos llevan años teniendo una estrecha relación y compartiendo entrenamientos en verano de vuelta a su North Carolina natal. «Es divertido jugar contra él. Las veces que me he quedado defendiéndole sabía que no iba a pasar el balón porque quiere tener material que echarme en cara el próximo verano», bromea el veterano.
El trabajo detrás de los resultados
«Se lo merece todo. Siempre ha sido un trabajador duro. Pero la forma en la que trabajó el pasado verano fue diferente. Su manejo de balón ha mejorado mucho. Está rindiendo noche tras noche, y es ahí cuando te ganas el respeto de toda la liga», apuntilla. La mejora de White va más allá de los números. Pero, echándoles un vistazo, la evolución resulta innegable.
Después de una temporada valle, probablemente su peor en la NBA cuando el contexto parecía pedir un paso adelante, el base se ha resarcido para dejar una línea estadística de 19,7 puntos, 5,3 asistencias y 4,8 rebotes con un 45% en tiros de campo y 39% desde el triple. Todo máximos de carrera. Cifras que, al contrario que en otras etapas, no son fruto de la variación entre grandes noches y jornadas de apagón, sino resultado de haber alcanzado la consistencia.
(Fotografía de portada de Tim Heitman/Getty Images)