Entre las temporadas 2011-12 y 2016-17 solo San Antonio y Golden State ganaron más partidos
Para ganar la NBA hay que tener una muy buena plantilla, y sin duda los Clippers de Chris Paul, Blake Griffin y DeAndre Jordan la tuvieron. ¿Qué pasó entonces para que los angelinos ni siquiera estuviesen cerca de conseguirlo? Según el ahora base de Oklahoma City Thunder les faltó suerte.
«Doc solía decir siempre para ganar un campeonato, tienes que tener suerte. Nunca tuvimos suerte. No creo que lo que ocurrió con Donald Sterling haya tenido nada que ver con nuestras deficiencias como equipo. Definitivamente fue un bache en el camino, algo inesperado, pero así es vienen las cosas en la vida», comenta en el documental Blackballed según informa Farbod Esnaashari de Sports Illustrated.
Si por fortuna entendemos esquivar lesiones, lo cierto es que se puede estar de acuerdo con Chris Paul. Empezando por Blake Griffin, lo cierto es que en varias ocasiones los problemas físicos bombardearon al equipo. Un ejemplo son las dos últimas carreras que tuvieron en playoffs. En el curso 2015-16 perdieron 4-2 con Portland mientras Griffin y CP3 podían jugar solo cuatro encuentros. En el 2016-17 cayeron 4-3 frente a Utah con Griffin jugando únicamente los tres primeros encuentros. Más sorprendente fue lo ocurrido en la campaña 2014-15, cuando desperdiciaron un 3-1 ante Houston para meterse en las finales de conferencia.
¿Se pudieron evitar esos problemas físicos de alguna manera y fue simplemente mala suerte? Quizás la gestión de las cargas de trabajo pudo variar en algún momento para hacer más improbable que alguno de los principales jugadores cayese lesionado, pero en cualquier caso nada asegura que no se hubiese repetido la historia. La única verdad absoluta es que tuvieron una gran oportunidad para brillar mucho más de lo que lo hicieron. Ahora, con Kawhi Leonard y Paul George, se ha abierto una nueva puerta hacia el éxito.
(Fotografía de Alex Goodlett/Getty Images)