El duelo entre Timberwolves y Magic de esta madrugada terminó de manera bastante accidentada. Hasta cinco jugadores acabaron expulsados después de una pelea entre Austin Rivers y Mo Bamba en el tercer cuarto, que obligó a detener el partido durante algunos minutos y a mandar a varios de los protagonistas a vestuarios. Los dos implicados fueron por supuesto expulsados, pero no fueron los únicos, pues les acompañaron tanto Taurean Prince y Jaden McDaniels por el lado local como Jalen Suggs por el visitante.
Todo comenzó frente al banquillo de Orlando cuando Rivers se acercó a decir algo a alguno de los presentes, presumiblemente a Bamba, que se levantó furioso y empezó a asestar puñetazos al base. Este trató de responder y ambos quedaron enzarzados, pero fueron separados rápidamente por Suggs, que agarró a Austin del cuello y lo arrojó al suelo, generando una enorme tangana a su alrededor en la que Prince y McDaniels entraron también de forma poco amistosa. Los implicados tuvieron que ser agarrados por sus compañeros para frenar el conflicto, y una vez calmadas las aguas fueron expulsados por los colegiados.
El pique, no obstante, pudo venir de antes, pues tanto el propio Bamba como Fultz dijeron algunas palabras a Rivers después de que este fallara un triple frente al banquillo de los Magic, aunque Markelle no consideró que fuese para tanto: «Fue el típico trash talking que se da cuando un rival tira frente a ti, lo mismo que estaban haciendo ellos en su banquillo. No sé si es algo con lo que Austin ha tenido problemas últimamente, pero se puso extremadamente furioso. No creo que Mo hiciese o dijese algo excesivo».
Rivers, por su parte, consideró que su forma de actuar había sido bastante inmadura: «Este no es un buen momento para mí. Me siento avergonzado. Soy el jugador más veterano del equipo y me considero uno de los líderes de la plantilla. Ha sido un partido raro, y no creo que esto haya ayudado. Ahora mismo estoy enfadado por haber perdido y por sentir que he tenido algo que ver».
«No voy a delatarle, pero no me gustó la manera en que me estaba hablando» continuó dando su versión del incidente con Bamba. «No había motivo para ello, no le conozco de nada, así que en la siguiente posesión fue a decirle básicamente que me tuviera respeto. Me acerqué bastante a él y le presioné. No esperé que fuésemos a pelearnos, pero cuando él lanzó el puñetazo y, por suerte, falló, tuve que defenderme».
Orlando vence en el caos
Todo este revuelo se saldó con victoria de los de Florida, que se impusieron en el Target Center gracias en gran medida a la actuación de sus hombres de banquillo. Los suplentes de Mosley sumaron un total de 72 puntos, y de hecho Cole Anthony y Mortiz Wagner terminaron como máximos anotadores del equipo con 20 y 19 respectivamente. Los visitantes respondieron al altercado con un parcial de 7-19 que les puso 22 arriba, la máxima distancia de la noche, a principios del último cuarto, una brecha que les sirvió el triunfo en bandeja y dejó todo prácticamente sentenciado.
Los Timberwolves cayeron pues a pesar de la buena actuación de D’Angelo Russell, que comandó al equipo con 29 tantos, 10 rebotes y 6 asistencias. Menos inspirado estuvo Anthony Edwards, que se quedó en un pobre 5/15 en el lanzamiento y no pudo pasar de los 19 puntos que, pese a todo, le valieron para ser el segundo anotador del equipo.
(Fotografía de portada: David Berding/Getty Images)