Los Cavaliers han dado inicio al curso 23-24 con una victoria sufrida. Los de Ohio asaltaron el Barclays Center de Brooklyn por un apretado 113-114 gracias a una canasta en los últimos segundos de Donovan Mitchell, que se erigió como referente en el último cuarto y permitió al cuadro de Bickerstaff empezar el año con buen pie.
El ex de los Jazz no solo fue el autor de 10 de los últimos 12 puntos de los suyos en el partido, sino que fue el único jugador de los Cavs capaz de anotar un tiro de campo en los últimos 5 minutos. Con una canasta en transición, un tiro de media distancia y un mate tras robo, el escolta logró poner el 111-111 en el marcador a falta de 41 segundos poco después de que Brooklyn abriese una ventaja de 6 tantos que, con tan poco margen, amenazaba con resultar decisiva. Y cuando Mikal Bridges devolvió la ventaja a los neoyorquinos con dos tiros libres, el balón fue a parar inevitablemente a sus manos.
Mitchell aprovechó la confusión creada en la defensa por Max Strus, que amagó con poner un bloqueo pero se abrió al otro lado del campo, y del fallido intento de Cameron Johnson de forzar la falta en ataque para hacerse hueco de sobra para lanzar. Y con la muñeca caliente y el deseo de culminar la remontada, no dudó en convertir el triple que puso el 113-114 a falta de 12,1 segundos para el final.
Mitchell se fue así hasta los 27 tantos, igualando en esta materia a un Strus que firmó un portentoso debut con su nuevo equipo. Con un 7/13 en triples, demostró desde el primer día lo muchísimo que puede aportar al ataque de los de Ohio, no solo por su capacidad para castigar los espacios sino por cómo esa amenaza condiciona a la defensa rival, generando situaciones como la de la última posesión en la que Dorian Finney-Smith, tan preocupado por cortar un posible pase, ni siquiera se da cuenta de que Mitchell está solo y listo para tirar.
Brooklyn perdona dos veces
Con todo, quedaba aún tiempo en el reloj tras el triple de Mitchell para que Brooklyn buscara el triunfo, momento en que Jacque Vaughn decidió fiar el destino del equipo a Cam Thomas. El escolta es un jugador que ha demostrado su capacidad para anotar de forma compulsiva pero que sin embargo no parece terminar de hacerse sitio en estos Nets, y el de esta noche fue un caso paradigmático. Con 36 tantos en 25 minutos, Cam no solo fue el máximo anotador del equipo y de la jornada, sino que fue el suplente que más ha anotado en una noche inaugural en la historia de la liga, pero durante el último cuarto apenas pisó la cancha tres minutos y pudo ayudar poco a los suyos. Pero a la hora de la verdad, Vaughn recurrió a él.
No obstante, Thomas no pudo inventarse una canasta con la que poner la guinda a su actuación, pues su triple final se quedó algo corto. Sin embargo, dado que su tiro llegó con algunos segundos en el reloj, tras su error hubo tiempo para que Cameron Johnson atrapara el rebote y a la desesperada probase un segundo lanzamiento que valiese el triunfo. Pero tampoco. La victoria se iba a Cleveland.
Cam estuvo secundado por los 20 puntos de Mikal Bridges, segundo anotador de unos Nets que tuvieron problemas para encontrar referentes ofensivos a lo largo de la noche. Spencer Dinwinddie, en un partido sorprendentemente discreto, se quedó en 5 tantos al lanzar solo tres veces a canasta, mientras que Ben Simmons, si bien sumó 10 rebotes y 9 asistencias, no pasó de los 4 puntos y tuvo que ver desde el banquillo casi todo el último cuarto, en el que Vaughn llegó a recurrir a Dennis Smith Jr. como base principal.
(Fotografía de portada: Dustin Satloff/Getty Images)